» Al borde del precipicio.


"... a veces pensar puede traerte la desgracia."


     Y estando yo  al borde del precipicio es cuando me doy cuenta de la situación. Del por qué de todas las cosas. De cómo he podido caer (o estar a punto de caer), en el más gigante de los vacíos. No es que piense de verdad, sino que recuerde los motivos de por qué estoy aquí. Puede que sea por mi errores, pero a veces pienso cosas distintas. De tanto pensar recuerdo cosas que debería de haber olvidado. Y sí, es cierto que lo que se me está pasando por la cabeza en este mismo instante sea eso: fragmentos de memoria

Y no sé si debería de tirarme por el precipicio. 
Sólo sé que si lo hiciera, todos mis dolores de corazón desaparecerían. 
Y no sólo los del corazón, sino los dolores de afuera. 
Me refiere, como no, a que todo mi cuerpo dejaría de sangrar...


     ¿Y si pudiera sacar a la luz por completo esos fragmentos de memoria? Sí, de alguna manera, cuando me paro a pensar en este lugar es cuando recuerdo con perfecta claridad todo lo que pasó en antaño. Tal vez esa podría ser la forma de escapar de la pesadilla...

     Hace días que no se nada del intruso. Por mucho que lo busco no consigo encontrarlo. Por una parte me alivia, ya que puedo pensar en este lugar si saltar del precipicio o  buscar la verdad. Y aún así tengo la sensación de que le conozco de antes. 

     ¿Ves como es posible, Pandora? Aquí todas mis ideas se organizan y me iluminan. Podría ser el comienzo de algo nuevo. Sí, ese es el sentimiento que me transmite este lugar. 

     Y pensando y pensando, sin tu presencia, es cuando más me demoro en buscar la verdad que parece que olvidé tiempo atrás. Pero, ¿qué pasaría si saltara del precipicio? Me iluminaria más o todo terminaría. Mis pies descalzos juegan con la arenilla del suelo y bailan al compás de mi acelerado corazón. Me siento como si fuera pequeña apunto de dar un gran paso para si misma y descubrir un gran secreto. Aunque ni si quiera sé si eso es lo que tengo que hacer. Si eso es lo correcto. Creo que me da igual. No. Yo sé que me da igual. Quiero continuar y saber qué hay detrás de todo esto. Pero sobre todo, qué hay detrás  de tu misteriosa figura, intruso. 

¿Acaso me estás dando un respiro?

    Ni si quiera sé si me estás escuchando. Ni si quiera sé con certeza si mi dolor cesará si salto. ¿Salto?. ¿Sí? ¿No?. No voy a escuchar a nadie. Y mucho menos a la voz que me hechiza. Al intruso tampoco. Saltaré. Sí, lo haré. Estoy completamente decidida y segura de que hallaré esos recuerdos que hacen que me sienta vacía sin ellos.

    Un pie al frente, sacando pecho y con la cabeza bien alta. Sintiéndome libre, sin temor y volando como un halcón ensangrentado me dispongo a volar. Introduciéndome en un mundo lleno re recuerdos y sentimientos que creía olvidados. Y cuán fue mi sorpresa lo primero que me encontré ahí fue...

2 comentarios:

  1. ¿Qué fue lo que encontraste dulce Pandora? Espero que algo que te haya dado alas y no que te haya arrastrado a la oscuridad. Besos.
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    1. Me alegra mucho volver a leer una confesión tuya, Lidia. He visto tu email y en cuanto me sea posible te pasaré el código que necesitas. Muchas gracias por haber pedido afiliación. Espero que sigas disfrutando del resto de delirios. Un abrazo muy grande, amiga.

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