» Preparando el inminente asedio.

No puedo hacer otra cosa que sentir odio. No puedo hacer otra cosa que sentir desprecio hacia tu persona. No quiero saber nada de ti. No quiero seguir siendo la marioneta maldita de este juego. Y es que pareces no entender que lo único que estás logrando con tus acciones es ganarte mi profundo tedio. Venganza. Sí, así es. La hora de la venganza pronto vendrá y no podrás hacer otra cosa que huir. Huir corriendo por los senderos del Edén en busca de una guarida que te esconda de mi ira. Pero de nada servirá, intruso. Los viejos tiempos han muerto y ha llegado la hora de que la furia salga a la luz. No puedo hacer otra cosa que sentir odio. No puedo hacer otra cosa que sentir desprecio hacia tu persona. No quiero saber nada de ti. Desearía no haberte conocido. Pero no, eso es demasiado fácil. Desear que aquellos recuerdos se borrarán para siempre es desear algo demasiado sencillo. Y soy Pandora, y soy compleja. Y tú lo sabes. 


Argh, no puedo callar mis gritos de cólera. Eres tedioso. Eres una pesadilla. Y lo único que quiero en este momento es poder acabar con ella y despertar. Quiero volver al Edén de antaño. Quiero volver al Edén en el que me desperté hace tiempo. Quiero recuperar la sonrisa y la paz que había encontrado bajo los efectos de la felicidad que me proporcionaba este paraíso. No quiero seguir enfurecida por algo que no merece la pena. No quiero seguir alimentando lo que queda de mi alma con falsas esperanzas y odio eterno. Romperé la maldición y dejaré de estar maldita. Porque en realidad eres tú el causante de la  enfermedad. Porque en realidad eres tú el culpable de todo lo que me ha pasado hasta ahora. No quiero hacer otra cosa que no sea destruirte. No quiero hacer otra cosa que seguir mi propio camino, pues yo no soy la esclava de nadie. Ni si quiera de mis sentimientos. Ni si quiera de mis emociones. No. Ya no.

¡Te odio! Te odio con todo mi corazón, si es que aún poseo uno. Eres tedioso. Estás maldito. No quiero seguir con este juego enfermizo. Si tan sólo pudiera tenerte en este preciso momento entre mis mano y poder estrangularte y acabar contigo... Pero no, eso sería algo demasiado fácil. Y sabemos, tanto tú como yo, que las cosas fáciles no tienen atractivo ninguno. Pero tarde o temprano conseguiré destruirte. Destruirte para siempre y poder seguir expandiendo mi imperio de fuego. No quiero saber nada de ti. No quiero volver a caer en tus redes de lujuria. ¡Te odio! Oh, qué gran verdad. Tú lo sabes. Yo lo sé. El jardín del Edén es consciente de ello. Quiero acabar con todo esto. Y lo quiero hacer pronto, así que deja de esconderte y da la cara, ¡cobarde! Deja de ocultarte entre la maleza y mírame a los ojos, animal podrido.

No puedo hacer otra cosa que sentir odio. No puedo hacer otra cosa que sentir desprecio hacia tu persona. No voy a ir en tu busca, no esta vez, no. Esperaré. Esperaré a que te canses de estar oculto. Esperaré a que te entre sed de mi cuerpo y entonces... Oh, sí, entonces... Entonces llegará tu final. Saldrás de tu escondite, vendrás hacia mí con sed de lascivia y caerás en mi trampa. Oh, sí, caerás, intruso. Y no, no sentiré misericordia hacia ti. No tendré piedad. Lo arrasaré todo. La batalla pronto tendrá lugar y tú no podrás hacer otra cosa que llorar y gritar de dolor... ¡Cobarde! ¡Eres un cobarde! ¡Sal ya de tu escondrijo, intruso! Argh, no puedo callar mis gritos de cólera. Eres tedioso. Eres una pesadilla. Y lo único que quiero en este momento es poder acabar con ella y despertar. Quiero volver al Edén de antaño. Pero para ello primero debo reunir fuerzas... Pronto los tambores de guerra sonarán por todo el Elíseo y mi ira se desatará.

No voy a permitir que sigas destruyendo todo lo que yo amo. No voy a permitir que sigas  jugando con mi cuerpo y usándome a tu antojo para descubrir los placeres del pecado. Todo eso ha quedado ya muy atrás y una nueva era está apunto de comenzar. Un nuevo Sol iluminarán los caminos del Edén y una nueva vida conseguiré originar. Intruso, ¿lo escuchas? ¿Escuchas los vientos de antaño? No, ¿verdad? Han decaído. Han muerto. La batalla está próxima y no podrás hacer nada para detenerla. Caerás. Serás destruido de una vez por todas. Una nueva era está apunto de comenzar. Mi odio y mi sed de venganza estallarán en cualquier momento... ¡Sal ya de tu escondite, cobarde!

5 comentarios:

  1. No eres consciente de lo que adoro este blog, y sólo hace un par de días que se de él. Debo admitir que realmente no entiendo nada, pero no lo necesito para apreciarlo. Ese es mi pecado.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te doy la bienvenida a este paraíso, Red Rose. No sabes la felicidad que me produce leer un comentario así. Me alegra muchísimo saber lo que piensas acerca de estos delirios. Ojalá sigas disfrutando y que puedas compartir con todos nosotros más confesiones. Te invito a seguir explorando el Edén, pues podrás encontrar y encajar bien todas las piezas de este rompecabezas. Un beso muy grande y hasta la próxima.

      Eliminar
  2. Gracias por dejar tu huella, Patricia. Ojalá pueda volver a verte pronto por aquí. Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Hola,he encontrado tu blog por casualidad y he de decir que me ha encantado,tu forma de escribir es muy profunda y transmites de manera muy natural los sentimientos.
    Espero que puedas pasarte por mi blog cuando desees.
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenida al jardín del Edén, Sandryska. Me alegra saber que te ha gustado este paraíso. Ojalá sigas disfrutando y compartiendo confesiones con todos nosotros. Un beso muy grande.

      Eliminar