Intento abrir los ojos, pero los párpados parecen estar pegados.
De repente una imagen empieza a abrirse paso entre mi oscuridad.
Blanco. Blanco dañino. Un blanco puro y brillante. Y el frío no cesa.
En un instante, un paisaje se dibuja en mi mente, en mis sueños.
Una larga llanura cubierta de nieve me rodea.
Y en la lejanía, gigantes árboles osan susurrar mi nombre.
Ha llegado la hora de adentrarse en lo desconocido.
Nuevos sentimientos brotan del interior.
Es entonces cuando el frío abandona mi esencia.
Aquel frío me ha robado las emociones humanas.
Ya no puedo llorar, ya no puedo sentir.
Sin más, nada. Sin quererlo, nada.
¿Qué queda después de perder las emociones?
¿Qué queda después de la nada?
Ahora siento cómo mis desnudas piernas son absorbidas por la nieve.
Me ahogo entre emociones perdidas, entre sueños, entre ilusiones, entre la nada.
Desaparezco de mis sueños.
Entre la nieve.
Bienvenido a mis trece días de ausencia.
Aquí es donde comienza la batalla más ardua de todas.
Aquí es donde comienza el verdadero sufrimiento.
Aquí es donde tengo que demostrar mi valía.
Aquí es donde debo de encontrar aquellos sentimientos que creía muertos.
No puedo dejar que el frío congele mi marchito corazón.
No puedo dejar que la nieve me atrape en profundidad.
Es complicado seguir creyendo y no dejar que la voluntad se asfixie.
Es complicado no ser capaz de ser consciente de las circunstancias.
Ahora va a tener lugar los trece días de ausencia.
Trece días en las que puede pasar de todo y nada a la vez.
Trece días de verdadera agonía y malestar, pero cuya recompensa puede significarlo todo.
Aquí es donde comienza la batalla más ardua de todas.
Aquí es donde comienza el verdadero sufrimiento.
Aquí es donde tengo que demostrar mi valía.
Aquí es donde debo de encontrar aquellos sentimientos que creía muertos.
No puedo dejar que el frío congele mi marchito corazón.
No puedo dejar que la nieve me atrape en profundidad.
Es complicado seguir creyendo y no dejar que la voluntad se asfixie.
Es complicado no ser capaz de ser consciente de las circunstancias.
Ahora va a tener lugar los trece días de ausencia.
Trece días en las que puede pasar de todo y nada a la vez.
Trece días de verdadera agonía y malestar, pero cuya recompensa puede significarlo todo.
Nuevos sentimientos que brotan al exterior con más fuerza que nunca.
Aunque el frío haya aniquilado las emociones más íntimas de mi ser no puedo dejar que acabe con mis ansías de llegar al final y cruzar todo el mar de nieve que ante mí se presenta.
Debo de llegar a esos lejanos árboles más allá de las extensas llanuras.
Debo de combatir el frío.
Aunque ya no sienta nada. Aunque crea que todo está perdido.
Al fin ha llegado el momento de luchar desde la inconsciencia.
Caminaré sin cesar por la nieve y conseguiré recuperar mi calor.
Avivaré el fuego de mi interior hasta lograr con éxito superar las pruebas que están apunto de tener lugar.
Debo de llegar a esos lejanos árboles más allá de las extensas llanuras.
Debo de combatir el frío.
Aunque ya no sienta nada. Aunque crea que todo está perdido.
Al fin ha llegado el momento de luchar desde la inconsciencia.
Caminaré sin cesar por la nieve y conseguiré recuperar mi calor.
Avivaré el fuego de mi interior hasta lograr con éxito superar las pruebas que están apunto de tener lugar.
Hola soy Ainhoa del blog “Noa en el baúl de los sueños”, de la iniciativa de Seamos Seguidores, ya te sigo te dejo mi blog.
ResponderEliminarGracias, un beso
http://ainhoasabateblogger.blogspot.com/2017/02/iniciativa-seamos-seguidores.html
Muchísimas gracias por informarme. Sin duda alguna la iniciativa de Seamos Seguidores es extraordinaria ya que nos permite ampliar horizontes y descubrir nuevos parajes. Espero que te haya gustado la experiencia que ofrece mi pequeño jardín del Edén y que nos volvamos a leer pronto. Un beso muy fuerte.
EliminarEs un texto con una fuerza palpable, transmite muchisimo con poco. Por cierto, que atinada también la música del blog. ¡Saludos!
ResponderEliminarBienvenida, María. Muchísimas gracias por compartir con todos nosotros tus pensamientos. Siempre se agradece el buen feedback y si la música ha contribuido a que te quedes a continuar explorando y trasladarte a las lejanas y secretas tierras del Edén, yo me doy por satisfecha. No dudes en acomodarte por estos lares y tomar una taza de té conmigo. Un fuerte abrazo.
EliminarHolaaa
ResponderEliminarGran texto como viene a ser habitual en tus delirios, espero que ese frío sea derrotado por ti, con todas tus fuerzas
Un abrazo enorme y una mano de apoyo en tu camino ^^
Gracias por tus palabras, Naya. Sin duda tomaré con firmeza esa mano que me ofreces siempre, querida. Y exactamente, como dices, este delirio está fuera de su contexto habitual, pero tiempo azotando con fuerza. Espero de todo corazón que te guste lo que está por venir. Un abrazo con mucho cariño, amiga.
EliminarHola guapa,
ResponderEliminarparticipo en la iniciativa Seamos seguidores, te devuelvo la visita, ya tienes una seguidora más. Me ha encantado el texto.
Nos leemos. Besos
Artemisa| En la mira de Artemisa
¡Muchas gracias por el feedback, Artemisa! Sin duda alguna la iniciativa Seamos Seguidores es un gran acierto y una gran oportunidad para expandir horizontes, ¡y me alegra mucho que nos haya unido! Espero que podamos seguir conociéndonos un poco más gracias a nuestros escritos. Un fuerte abrazo y hasta la próxima.
EliminarHola, muy chulas tus palabras.
ResponderEliminarte acabo de encontrar y espeor ir descubriendote poco a poco.
un saludo
sara de El desvan de las mil y un
Bienvenida seas, Sara. Por favor, siéntete cómoda y explora el extenso jardín del Edén y sus maravillas. No seas tímida y no dudes en compartir con todos nosotros tus pensamientos. ¡Ojalá disfrutes de una buena taza de té conmigo!
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