» Ahogamiento en las arenas movedizas.

Es inevitable. Me estoy adentrando en terreno peligroso. Ya no puedo hacer nada, absolutamente nada. Estoy dañada, estoy sangrante. Me estoy ahogando en estas arenas que me succionan hasta el alma. Voy a caer dentro, voy a caer en el fondo. Voy a desaparecer justo en el momento en el que la tierra me trague. Me siento desconsolada, me siento herida. No creo que estas heridas lleguen a curarse jamás. Nunca creí que llegaría a sentirme tan mal por dentro. Nunca creí que llegaría a esta desolación tan inmensa. No hay escapatoria. Nunca habrá escapatoria. No hay forma de poder salvarse de esta traición. Lo he intentado. He luchado. He llorado. He amado. He creído vivir una mentira. Pero todo, todo es real. Todo es verdad. Por mucho que me mueva, por mucho que patalee, estas tierras me tragarán. 

Es inevitable. He caído en un pozo sin fondo. Me he adentrado demasiado en la oscuridad de lo tenebroso. He creído poder ser más fuerte que todo esto y me caído. No dejo de sangrar. No dejo de lamentarme. Mis heridas ya jamás podrán ser curadas, ni si quiera cicatrizadas. Así son las cosas ahora. Hay que pagar por nuestra locura, por nuestros errores, por nuestra avaricia y nuestra lujuria. Una vez más, toda la culpa recae sobre mí. Una vez más, soy yo el sujeto de traición. Te creía tan cercano. Te creía tan sincero y comprensivo... pero no. Todo es mentira. Todo es un engaño. Y nunca llegaré a salvarme. Nunca llegaré a darme cuenta de que las palabras siempre son en vano. Ya no hay tiempo para el perdón. Ya no hay tiempo para buscar salvación. 



Poco a poco la tierra me traga. Caigo en estas arenas movedizas y lo único que puedo hacer es dejar que las lágrimas caigan una a una por mis mejillas rosadas.

¿Por qué te hice caso? ¿Por qué confíe en ti? ¿Por qué me dejé llevar por las emociones una vez más? No quiero seguir este camino, ya no. Quiero levantarme por mi propio pie y demostrar que no necesito a nadie. Quiero demostrar que yo sola puedo liberarme de este castigo, de esta muerte segura. No quiero hundirme en este pozo. No quiero hundirme en estas arenas. No quiero ver qué es lo que hay más allá de las tierras que ahora me tragan. Necesito escapar yo sola de esta desgracia. Debo aprender de una vez a dejar de confiar y a dejar de caer siempre en las tentaciones. Pues estoy cansada de este juego. Pues estoy harta de no ver cartas que me favorezcan en este condenado juego. Pues estoy molesta de tener que mirar a tu cara de póker cada vez que levanto la mirada. Es inevitable.... Es inevitable... Es inevitable...

Caigo. Caigo en las profundidades del abismo. La tierra me traga para castigar los pecados. No hay nada que pueda hacer. Ni si quiera tú puedes tenderme la mano. Ni si quiera tú. El jardín del Edén ha dejado de ser un paraíso para convertirse en una pesadilla. Una pesadilla profunda y eterna. Una pesadilla que jamás acabará. Mi cuerpo se marchitará. Mi alma se desvanecerá. Estoy condenada a la maldición. Estoy aquí, arrastrándome por las arenas movedizas sin salvación. Mis brazos se agitan con esperanza, pues ese sentimiento jamás desaparece. Pues es el alimento de nuestra lucha. Es la clave que me permite seguir hacia delante. Es, sin duda alguna, lo único que me queda. Es inevitable. Me estoy adentrando en terreno peligroso. Ya no puedo hacer nada, absolutamente nada. Estoy dañada, estoy sangrante. Me estoy ahogando en estas arenas que me succionan hasta el alma. Voy a caer dentro, voy a caer en el fondo. Voy a desaparecer justo en el momento en el que la tierra me trague. 

Es inevitable. He caído en un pozo sin fondo. Me he adentrado demasiado en la oscuridad de lo tenebroso. He creído poder ser más fuerte que todo esto y me caído. Ya no hay vuelta atrás. Poco a poco mi cuerpo desaparece entre la tierra. Me traga, me traga. Caigo en lo profundo, en la oscuridad. Mis llantos no servirán de nada. Arrepentirse será en vano. Ya no hay vuelta atrás. Caigo dentro de las arenas movedizas. Poco a poco desaparezco. ¿Qué habrá al otro lado? Jamás existirá una salvación posible para mí...

4 comentarios:

  1. Me parece increible toda la intesidad que trasmites en un texto tan corto. ¡Enhorabuena! Estoy deseando leer próximas publicaciones.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias, Marta. Para mí es todo un honor poder contar con tu opinión, mi pequeña Hobbit. Así pues, espero que te animes a seguir explorando mi enigmático Edén y dándome apoyo. Ya sabes que me tienes aquí para cualquier cosa. Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  2. este mundo me trasmite tantisimo! me quedo enganchada siempre besitos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por volver a dejar tu huella en el jardín del Edén. Ojalá el resto de delirios que sigan transmitiendo buenas vibraciones y todo tipo de emociones. Un fuerte abrazo.

      Eliminar