Dime algo. Lo que sea, pero hazlo. Lo necesito. Necesito ver en tu mirada que no estás vacío. Necesito saber que esto que estoy sintiendo en este mismo instante es real. Necesito saber que aquello que has despertado no es una mera ilusión. Dime algo. Lo que sea, pero hazlo. Deja de mirarme así, con lágrimas cristalinas que jamás se derramarán por tus mejillas. Dime algo... por favor. Necesito sentirlo de verdad cada vez que acaricio tu piel. Eras tú... siempre fuiste tú. Ah, por favor, dime algo. No hagas que tire la toalla. ¿Acaso esperas una disculpa? ¿Acaso esperas a que venga a ti, te coja de la mano y te diga al oído que lo siento? No... sabes que eso nunca va a suceder. Sabes que mi orgullo no me lo permite. Sabes que mi condición no me lo permite.
Dime algo. Lo que sea, pero hazlo... y pronto. La llama empieza a descontrolarse y un millón de imágenes inundan mi mente de recuerdos borrosos que se hacen cada vez más nítidos. Algunos duelen, pero otros no. ¿Quieres saber si eres protagonista de alguna de ellos? ¿Sí? ¿No? Por favor... no me hagas suplicártelo, dime algo. Necesito saber que eres real. Necesito saber que lo que sientes está ahí dentro de ti. Necesito saber que lo que estoy sintiendo en este mismo instante es real. No te estoy pidiendo demasiado, ¿no? Aunque duela, que probablemente sea así, pero dime algo. ¿Qué piensas? ¿Qué sientes? ¿Realmente reside un alma en tu interior?
No quiero decir adiós. No quiero volver a decir adiós nunca más. Me conoces y sabes que ninguna palabra saldrá de mi boca. Pero... ¿y de la tuya? Un beso sería un motivo más que suficiente para mí. Pero no. Estás callado frente a mí, conteniendo las lágrimas. Me siento impotente por no saber leerte la mente. Me siento impotente porque no soy capaz de ver más allá de tu mirada. ¿Y tú? ¿Qué me dices de ti? ¿Eres capaz de ver más allá de mis ojos verdes? ¿Eres capaz de desvelar el misterio que encierra mi paraíso? Sé que quieres abrir la caja de Pandora. Sé que la curiosidad te puede. A mí ya me destruyó una vez... ¿Por qué no reaccionas? ¿Por qué me atormentas de esta manera? ¡Ábrela! Lo que quiera que haya dentro está gritándote en silencio que la abras. Por favor... dime algo.
Intento por todos los medios llegar a ti. Sabes que te perseguiría hasta el fin de los días. Pero estás haciendo que tire la toalla. Estás haciendo que mi llama se desvanezca. Eras el elegido... Por favor, dime algo o tendré que marcharme para siempre. Jamás te confesaré que tengo una necesidad horrible de pedirte perdón... pero una Reina jamás pide perdón. No, no me mires así. No hay nada más que yo pueda decir. Todo está en tus manos. ¿Por qué no reaccionas? ¿Por qué me sigues mirando de esa manera? Necesito ver en tu mirada que no estás vacío. Necesito saber que esto que estoy sintiendo en este mismo instante es real. Necesito saber que aquello que has despertado no es una mera ilusión. Dime algo. Lo que sea, pero hazlo. ¿Realmente reside un alma en tu interior?
Quiero saber qué es lo que piensas. Necesito saber qué es lo que escondes. Mis llamas no consiguen derretir esa mirada gélida y cuasi vacía. Y eso me duele, me rompe por dentro... pero jamás te lo confesaré, aunque tú ya lo sepas en realidad. Dime algo, por favor. No quiero irme de aquí sin ti. No quiero girar mi cuerpo y echar a andar para nunca más volver. Por favor... dime algo. ¿No ves que te lo estoy ofreciendo todo, estúpido? ¿Acaso no ves que quiero volver a sentir tus labios sobre los míos? Un millón de imágenes inundan mi mente de recuerdos borrosos que se hacen cada vez más nítidos. ¿No quieres que te hable de ellos... o acaso tú ya los conoces? Dime, por favor, dime, qué es lo que estás ocultando tras ese rostro tan frío como el hielo? No quiero sentirme pequeña a tu lado. No quiero que pensamientos contradictorios crezcan y salgan al exterior. Necesito saber qué es lo que está pasando en tu mente. Así que, por favor, dime algo. Lo que sea, pero hazlo.
No quiero que este sea el momento en el que lo perdí todo por estar cegada por el orgullo.
el orggullo es lo peor... pero tu relato como siempre es sublime! besitos!
ResponderEliminarSiempre tienes palabras agradables para mí y por eso te estaré eternamente agradecida. Un fuerte abrazo, amiga.
EliminarTus preguntas son mis preguntas que nadie contestará solo nosotras
ResponderEliminarCuando uno dice adiós se libera
de lo que en un momento de pasión pensamos fue justo..
La liberación me costó 10 años de mi vida
mil abrazos bello texto
Muchas gracias por compartir con todos nosotros tus pensamientos. Me alegra mucho ver que te ha gustado este delirio y te invito a continuar explorando el jardín del Edén y sus enigmas. Un fuerte abrazos y seguiremos en contacto.
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