Traicionada. Me siento traicionada. No puedo creer que después de tanto tiempo vengas a mí para apuñalarme por la espalda. Jamás llegué a imaginarme que ibas a ser tú y sólo tú quien me hiciera estas heridas tan grandes, tan profundas. No puedo continuar fingiendo, mintiéndome a mi misma. No puedo esconder este dolor que siento a causa de tus acciones. Incluso hubo un momento en el que no quería reconocerlo, no quería creer lo que estaban viendo mis ojos. Me has traicionado, nuevamente. Lo has hecho sin ningún tipo de miramiento... Todo esto escapa ya de mi comprensión. ¿Cómo pude ser tan idiota de confiar en ti? ¿Cómo pude tener una mínima esperanza puesta en ti?

Quiero dejar de buscar. Quiero dejar de encontrarme. Me siento muy mal por dentro y no quiero reconocerlo. Me has traicionado por última vez, lo sé. No voy a permitir que vuelvas hacerme este daño colosal. Mi orgullo es poderoso, bien lo sabes. Y es por eso por lo que no voy a derramar ni una sola lágrima más. No quiero. No quiero continuar con esta tortura. Quiero convertirme en monstruo, en uno de verdad. Quiero volver a morir para renacer como un ser oscuro, como una auténtica aberración y destruirlo todo con mi fuego. No quiero que mis recuerdos contigo me hagan débil. No quiero perder la fuerza. Quiero ser mal y convertirme en hiel. No quiero que me veas siendo débil, nunca más.
Traicionada. Traicionada de nuevo por ti. Y no, no quiero creerlo. No quiero volver a mirar atrás y ver todo el daño que me has infligido. Pues todo era mentira, hipocresía. Todo es un engaño, una mera ilusión. ¿Cómo pude caer en la misma trampa? ¿En el mismo juego de siempre? Es odioso, es horrible. No puedo evitar repudiarte. Y lo peor de todo es que sé que esto jamás terminará. ¿Qué puedo hacer yo entonces? ¿Cómo puedo impedir que te adentres en mi mente y me apuñales de esa manera? Eres veneno, puro veneno. Siempre te lo repito y nunca quieres escucharme. Estoy harta, ¿me oyes? ¡Harta! Cerraré bajo llave este corazón maldito. Bloquearé para siempre las puertas del Edén.
Te miro con odio, te miro sin compasión. Ya no puedo más. No quiero volver a ser una de tus marionetas. No quiero volver a ser el juguete. Parece ser que no quieres comprender que soy una Reina y que gobierno este jardín elíseo, este paraíso prohibido. Soy Pandora, soy fuego. Entiéndelo de una vez. No me voy a dejar derrotar tan fácilmente. Me has traicionado, ya es un hecho. Pero te aseguro que va a ser la última vez que lo vas hacer. Próximamente serás tú quien saboreé el puñal de la venganza, la daga de la traición. Porque conmigo no se juega, porque yo soy la muerte que vendrá a por ti en tus peores pesadillas.
Te miro con odio, te miro sin compasión. Ya no puedo más. No quiero volver a ser una de tus marionetas. No quiero volver a ser el juguete. Parece ser que no quieres comprender que soy una Reina y que gobierno este jardín elíseo, este paraíso prohibido. Soy Pandora, soy fuego. Entiéndelo de una vez. No me voy a dejar derrotar tan fácilmente. Me has traicionado, ya es un hecho. Pero te aseguro que va a ser la última vez que lo vas hacer. Próximamente serás tú quien saboreé el puñal de la venganza, la daga de la traición. Porque conmigo no se juega, porque yo soy la muerte que vendrá a por ti en tus peores pesadillas.
No hay comentarios:
¿Confesarás tu pecado, intruso?