» Mors ultima linea rerum est.

A veces no podemos hacer otra cosa que huir. Huir lejos de aquí. Esconderse. Pensamos que si logramos encontrar un lugar donde poder ocultarnos lograremos que nuestros problemas desaparezcan para siempre por si solas. Tal vez si huimos de aquello que no nos gusta podremos encontrar una salvación. Pensamos. Pensamos en profundidad. Huimos. Huimos con ansia. Nos escondemos. Nos escondemos cuando nos falta el aire y la desesperación llega al éxtasis. No somos capaces de sentir nuestras piernas de tanto correr y nos falta el aliento. Pero aún así sacamos fuerzas de flaqueza para encontrar un camino. Un camino que puede que sea incierto, sí, pero que nos proporciona un pequeño bienestar pasajero. Entonces, ¿qué es lo que pasa cuando ese mísero momento de paz se desvanece?

"No temas". Me susurraron al oído. "Todo saldrá bien". Me sonreían. Mentiras. Todo son mentiras. Todos mienten. Ingenua yo que creía que podía salvarme realmente. Ingenua yo por creer haber encontrado la salvación absoluta en aquellos penetrantes ojos verdes. Y es que cuando uno nace maldito es algo con lo que tiene que aprender a vivir para siempre. Porque a veces me pongo a meditar y llego a la conclusión de que no hay salvación posible para mí. No hay perdón para una maldita como yo... a pesar de no comprender exactamente mi crimen. Es por eso, por lo que a veces sé que me gustaría poder volver atrás y cambiar las cosas. Por eso, y únicamente por simpatía hacía mí misma, me hubiera gustado tener una segunda oportunidad. Volver atrás y decirle a esa inocente muchacha que no creyera en nada y en nadie. Porque la verdad es que la naturaleza humana es cruel y sádica. Muerte. Sí. Eso es. Todos merecen la muerte. Todos aquellos hombres, a pesar de ser castigados posteriormente, tendrían que haber pasado por un infierno mucho mayor y no gozar de los placeres de la vida que yo les concedí.

Ya no sirve de nada llorar por el pasado, por ese pasado que a veces viene y a veces se va. Ya no sirve de nada sentir miedo y desesperación. Ya no siento las piernas cuando huyo. Mi aliento ya no agota cuando corro. Simplemente sé que no tengo salvación posible. Simplemente sé que no existe ningún ángel guardián al que esperar y rezar. Ya no hay mentiras que creer, porque esta dulce y frágil flor está muerta. Su cuerpo carece de alma. Su cuerpo se encuentra marchitado y descuartizado en los subsuelos. ¿Y su alma? Su alma se haya en Edén. Su alma se haya dentro de aquella cajita. Y la único que posee es un reino de verdad. Un reino que no querrá dañarla. Un reino entregado a la naturaleza. Y así pues, ese es el regalo que madre quiso ofrecerle como perdón por todo el sacrificio. ¿Sacrificio? Incluso madre lo tenía todo planeado para ella. No podemos confiar en nadie, ni si quiera en los lirios que nos dan la vida. Ni si quiera en ellos...

Huir. Huimos de todo y de todos. Corremos. Nos falta el aliento. Buscamos un lugar donde escondernos y esperamos ahí la salvación. Pero, ¿lograremos realmente encontrarla? Una simple pregunta retórica que es capaz de matar el alma con su duda. Y es que es eso justamente lo que se siente cuando no encontramos respuestas a nuestras preguntas. ¿Acaso encontraré alguna a todas mis dudas?... ¿Ves? Ahí va otra pregunta. Y también es esto lo que me hace sentir impotente porque ni si quiera tú me contestas. Te quedas mirando. Eso es lo único que haces. Te quedas mirando esperando a que siga leyendo tu carta. Te quedas mirando fijamente hasta que reaccione. Es como si fueras un cuadro en el que hay que pararse a mirar atentamente para encontrar dibujado la solución. Sí, es igual que eso. Sin embargo, sé que no me mostrarás jamás el camino correcto a seguir. Y es así como puedo estar toda la eternidad atormentándome con lo mismo de siempre. Suspiro. Todo es tan monótono. Suspiro. Se llega a un punto muerto en el que las agujas del reloj no avanzan. ¿Y qué es lo que puedo hacer yo?

Porque me hallo más que muerta. Podrida. Aunque sea una belleza por fuerza, por dentro estoy putrefacta. Un cuerpo sin alma. Un alma marchita encerrada en una pequeña cajita de plata. Una putrefacción que no huele, solo alimenta tu lasciva imaginación. Atrapada entre recuerdos. Siempre los mismos. Atrapada en un reino, en un Edén que decide darme la espalda. Como si fuera la peste, todos huyen de mí. ¿Cómo espero encontrar así una salvación? Ah, no... Para mí no hay salvación. Aún así la esperanza es lo último que perdemos y mientras la tengamos seguiremos siendo unos ingenuos que creen que ese ángel guardián vendrá algún día a traerme paz y salvación. ¿Y qué será lo que pase cuando el lirio encuentre esa paz que tanto ansía? Ni si quiera el ángel querrá contestar. Tú lo único que haces es reír y reír sin formular palabra alguna. Porque esto te divierte. Porque has venido aquí a torturarme en silencio. Y, a pesar de que a veces compartamos lecho, te odio, te detesto. Porque me pregunto yo cuándo vendrá el día en el que pueda abrir los ojos y darme cuenta de que tú eres mi asesino.

8 comentarios:

  1. Hermosas y sabias palabras.
    Un beso^^

    ResponderEliminar
  2. Muchísimas gracias por el apoyo. Pronto nuevos delirios verán la luz del sol.

    ResponderEliminar
  3. Es intenso, transmite tanto. Me sentí demasiado dentro del texto, creo que no es sano hahahaha
    Hermoso, Pandora. Tus textos son maravillosos, ya he leído otros y me dejas sorprendida, seguiré por aquí un rato más. "La muerte es la última línea de las cosas"? o algo así xD

    Un fuerte beso, mi querida Pandora :)

    ResponderEliminar
  4. Bienvenida una vez más a mi Edén, Aramet. Me alegro de que este delirio fuera de tu agrado. La verdad es que ha sido algo que siento desde adentro y que no me deja respirar. Una fuerza mayor que puede con nosotros y que pide a gritos un modo de sacarlo fuera.

    "Mors ultima linea rerum est" se traduce como "la muerte es el límite final de las cosas", ya que cuando morimos todo desaparece, o eso dicen, aunque como ves, puede llegar a no ser del todo cierto.

    Disfruta cómodamente de los delirios. Siéntate, tómate una taza de té y deja que mis locuras se adentren en tu mente, amiga.

    ResponderEliminar
  5. Oh Santo Dios!!!!!! O.o que bien escribes. Y que a ver si me gusta tu blog? Como que voy a ver tus demás post, eso te dice cuanto me gustó ;) gracias por pasarte por el mío e invitarme al tuyo; ya te sigo, hermosa :)

    Un besazo :*

    ResponderEliminar
  6. He estado leyendo, Pandora. Aún estoy maravillada por tan profundas e intensas entradas, la de Génesis :O Batallas de cuerpos excitados :O Divagando a través del Tiempo :O El último Suspiro del ángel caído :O Sólo por nombrar algunas. ¿Todas son de tu autoría? O.O Mil felicitaciones, he pasado un buen rato, más tarde volveré por aquí. Exquisito blog ;)

    Nuevamente, besos, hermosa :)

    ResponderEliminar
  7. Bienvenida a mi Edén, Ivel. Me alegro muchísimo que te gusten mis delirios. Es un gran apoyo para mí ver que hay gente que realmente le importa lo que hago y muestra interés. Hace que quiera seguir con esto cada vez con más constancia, ya que estuve un año de parón por motivos personales. Un placer el mío el que hayas querido aceptar mi invitación, de veras. Así pues, espero que sigas disfrutando de mis delirios, los cuales salen desde lo más profundo de mi ser y siguiendo explorando mi Edén. Y sí, absolutamente todas las entradas de este blog son producto de mi imaginación al cien por cien, original. Espero verte de nuevo por aquí, invitada de honor.

    ResponderEliminar
  8. Wow, ¡eres una poeta, Pandora! Casi literalmente, tus textos están justo en la frontera entre la lírica y la narrativa...¿narrativa poética?
    Muy profunda y con un muy buen vocabulario, leerte es una inspiración dearie♥
    Una de las cosas que más me intriga de ti es que en tus textos nunca dices nada concreto, son como las divagaciones de una chica perdida y que ha sufrido mucho. ¿Eres tú o es un personaje? Relamente, realmente espero que no seas tú. Aunque quizá sea yo la que esté interpretando mal tus escritos, es muy problable...pero me transmiten una pena enorme y no desearía que te sintieses así.

    Te sigo a partir de hoy, vales la pena de veras.
    Y ¡gracias por comentarme! Me alegra que te animaras y después de leer tus delirios, wow, me siento honrada de que te haya podido gustar algo mío, no me siento a la altura ò_ó

    ¡Un beso!

    ResponderEliminar