"Intentando distinguir la realidad en sueños tenebrosos"
Sentía muy pesado mi cuerpo. Quería mantenerme en pie, pero no era posible por más que lo intentara. Mis ojos me pesaban cada vez más y tenía el presentimiento de que muy pronto mis piernas perderían el control. Ni si quiera era capaz de pensar con claridad. Era como si una pesada nube gris penetrara poco a poco dentro de mi cabeza. Estaba convencida de que era eso lo que me estaba produciendo los dolores de cabeza. ¿Qué si no eso podía ser? Suspiros. Uno detrás de otro. Y no había manera alguno de poder combatir aquella pesadilla. Mis ojos se cerraban lentamente. Caí al suelo inevitablemente. De pronto la oscuridad envolvía mi cuerpo. Ahora sí que no había escapatoria del horror.
"Pandora"
"Pandora"
Una voz susurraba suavemente mi nombre. Era una voz muy familiar. No conseguía determinar al cien por cien de quién podía ser, pero sé que la conocía, probablemente, mucho más de lo que me imaginaba. Era una voz dulce y vibrante que azotaba con delicadeza mis tímpanos. No dejaba de pronunciar mi nombre. Yo, sin embargo, no era capaz de ver más allá. Todo estaba oscuro y no podía mantenerme en pie. Aquella voz no cesaba y la situación en la que me encontraba empezaba a ponerme muy nerviosa. Nuevas tensiones se podían respirar en el ambiente por doquier.
Aquella enigmática voz comenzaba a irritarme. Por mucho que preguntara qué era lo que quería de mí o quién o qué era lo que me estaba llamando no iba a obtener respuesta. Como siempre. Siempre la misma historia que se vuelve a repetir. Voces que me susurran. Brisas que me acarician. Ojos que me observan. Nadie era capaz de concederme las respuestas que estaba buscando, que estaba anhelando buscar. Quería abrir los ojos. Quería poder despertar de esta extraña pesadilla. Simplemente quería ver la luz.
"Pandora"
"Pandora"
Otra vez esa voz tediosa. Se había convertido en una voz molesta e inarmónica. Como eso siguiera así iba a explotar de rabia. Ojalá pudiera despojarme de mi nombre. Ojalá pudiera desgarrar mis entrañas y hacer que esa voz se callara para siempre. Incluso la oscuridad era irritante. Empezaba a sentirme agobiada. La tensión se hacía cada vez más grande y lo único que sentía que podía hacer era gritar, gritar bien alto y esperar a que alguien me escuchara. Pero eso sería inútil, y aunque yo lo supiera no podía evitar el querer hacerlo. Era aquella la pequeña llama de esperanza. Nunca podías saber con certeza qué era lo que podía pasar y, tal vez, no me costaba nada intentarlo.
"Pandora"
"Pandora"
Oh, por favor, cállate de una vez y déjame dormir de una vez para siempre...
Ahí estaba la clave. Después de tanto aguantar voces que no respondían a mis preguntas, voces que no venían en mi ayuda a salvarme de tanto tormento, después de todo eso me percaté de mi nueva realidad. ¿Y si todo esto se tratara de un mal sueño? ¿Y si esas voces no fueran más que mi subconsciente queriéndome avisar del peligro? Sí, puede ser una posibilidad. ¿Pero cómo podía estar yo segura de ello? No lo podía saber. Ni si quiera yo era capaz de responderme a mí misma. Simplemente me di cuenta de que, llegando a esa conclusión, las voces cesarían. Tampoco podía determinar cuánto iba a durar esta paz, pero por ahora me sentía más que aliviada. Si esto era realmente un sueno, yo tenía el poder de cambiar las cosas. La mente es algo difícil de entender, sí, pero es poderosa y si se aprende a controlar se puede llegar a hacer grandes maravillas. O al menos eso pensaba yo.
{ . . . }
¿Lo escuchas, intruso? Ya no hay voces en mi cabeza. Silencio. Paz. Nuevamente soledad. A pesar de estar sumida en la más profunda oscuridad siento un curioso bienestar en mi interior. Sea un sueño o no, ya carecía de importancia, era capaz de encontrar un lugar para mí sola. Una sonrisa se esbozó en mi pálido rostro y pequeñas lágrimas saladas subieron a flote a buscar la salvación. Era la primera vez que volvía a sentir una lágrima por mi mejilla. Mi cuerpo se estremeció y no habían palabras suficientes para describir mi asombro ante tal descubrimiento. Ya había olvidado lo que era sonreír. Ya había olvidado a llorar y sentir felicidad. En lo más profundo de mi corazón sabía que había logrado recordar algo importante, tener sentimientos, si es que a esto se le podía llamar así.
Sin embargo, nuevamente la duda comenzaba a acecharme. Si todo esto es un sueño, ¿significa entonces que lo que acabo de sentir no es real? ¿Significa entonces que cuando despierte me olvidaré de cómo sentir felicidad? ¿No podré volver a llorar o reír? ¿Era esto el miedo que sentí tiempo atrás antes de morir? Me encontraba desconsolada y no sabía qué era lo que podía hacer. Ni si quiera quería contestar a mis propias preguntas. Había encontrado mi paz y ahora quería salir huyendo entre las sombras. Mi cuerpo pesado, el cual tras la caída parecía más liviano, comenzaba a resentirse. Las piernas me dolían, las manos se volvían cada vez más frías y mis ojos comenzaban a agitarse. No sé si quería realmente despertar de aquella pesadilla. No sé si iba a poder volver a encontrar paz en lo más profundo de la oscuridad. Me encontraba temerosa llena de dudas en medio de la nada.
"Pandora"
"Pandora"
Nuevamente la voz pronunciaba mi nombre por enésima vez. ¿Era mi subconsciente? ¿Acaso era este un aviso? El dolor de cabeza volvía a azotarme con fuerza. Mi cuerpo no dejaba de temblar. Quería huir. Quería despertar. Quería gritar con fuerza y llorar desconsoladamente porque temía que nada de esto fuera real. La voz era cada vez más intensa y estaba convencida de que iba a provocar una explosión en mis tímpanos en cualquier momento. Impotencia. Inseguridad. Irritación. No podía hacer nada excepto sucumbir a las sombras.
Oh, ¿pero qué va a ser de mí?
Esto no era más que un sueño.
Pandora, Pandora, intenta despertar.
Pandora, Pandora, o haces eso o te consumirás en tus pesadillas.
"¡Pandora!"
Yo ya habría perdido el control de la situación... Se me habría ideo la cabeza seguro! Me encanta la entrada y tú manera de escribir^^
ResponderEliminarUn beso
Muchas gracias, querida. Espero que sigas disfrutando de los próximos delirios. Un beso.
EliminarComo siempre, increíble tu entrada, Pandora. Todo lo que transmites con tus palabras es único e indescriptible. Gracias por deleitarnos con cada uno de tus delirios, y espero que logres despertar de esa pesadilla.
ResponderEliminarUn beso desde mis propias pesadillas ♥
Muchas gracias a personas como vosotros los que se adentran en lo más profundo del Edén y dejan su pequeña huella. Es un detalle bonito que valoro al máximo. Espero que los próximos delirios lo sigáis disfrutando con esa intensidad que sólo vosotros sabéis. Un beso, hermana.
EliminarMe encanta. Yo creo que hubiera perdido la razon, que no hubiera podido aguantar. Tu forma de escribir y describir es simplemente genial.
ResponderEliminarUn beso
Nunca hay que perder las ganas de seguir luchando hacia adelante y es justamente eso lo que os intento transmitir. Espero que jamás tires la toalla. Un abrazo muy grande, Beid.
EliminarImpresionante, me he quedado pegado al monitor leyendo cada una de tus palabras y me ha ido transmitiendo muchas de esas sensaciones.
ResponderEliminarBesos!
Muchas gracias por el comentario. Espero que disfrutes de cada uno de los delirios y espero verte más a menudo por aquí. Cualquier cosa ya sabes cómo encontrarme. Un beso muy grande, Raúl.
EliminarTe he nominado en mi blog http://keepcalmjustread.blogspot.com.es/
ResponderEliminarMuchas gracias por el detalle. Enseguida me paso a ver. Un beso.
EliminarYo me habría cambiado de nombre después de haberlo escuchado una y mil veces antes de volverme loca.
ResponderEliminarLa entrada está muy bien, como siempre.
Besos :)
Con una palabra: IMPRESIONANTE. Me encanta como escribes, y me ha gustado mucho como expresas lo que siente el personaje en cada momento, de verdad, es increíble. Te sigo y te afilio, me quedaré por aquí.
ResponderEliminar¡Muchas felicidades!
Muchas gracias por el comentario, Alba. Tu presencia por aquí es siempre un honor.
ResponderEliminarElena, querida. Muchas gracias por formar parte del jardín del Edén. Espero que tu estancia aquí sea de tu agrado y cualquier cosa que necesites no dudes en comentar o enviarme un email. Me alegra mucho saber que te gustan mis delirios. Pronto habrá más. Si estás interesada en afiliarme, por favor, mándame un correo y te pasare el código de afiliación. Al estar este blog protegido contra la copia no puedes copiar el código, te lo tengo que pasar personalmente.
Un beso muy grande a ambas y nos volveremos a ver en breve.
Cada vez que entró al blog, quedo como en trance, debe ser por la música, los colores y las letras.
ResponderEliminarPor unos momentos me sumergí dentro del delirio. Saludos.
Bienvenida una vez más al jardín del Edén, Lidia. Me alegra mucho tenerte por aquí y más me alegra poder leer tu confesión. Es todo un honor poder leer palabras como las tuyas. Ojalá logres sumergirte más a menudo en este mundo de delirios y secretos. Un beso muy grande.
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