» El delicioso sabor del pecado.

Y nuevamente me encuentro aquí, entre tus brazos. Sin embargo, no soy capaz de recordar cómo he llegado hasta esta situación. La luz de la luna se refleja en mi rostro como si me estuviera llamando. Así pues, miro el cielo y te veo a ti, Luna Madre. Percibo que lloras. ¿Por qué? Siento que tu luz se va a apagar en cualquier momento. ¿Por qué? Hace ya mucho tiempo que no hablas conmigo, Luna. No me susurras, no me proteges de la tentación del hombre. Parece que nuestro vínculo se ha desvanecido. Se han roto las cadenas que nos unían al igual que se rompen las cadenas de la bestia cuando la enfureces demasiado. Siempre es así.

Y mis ojos se tornan llorosos y brillantes. 

Aparto la vista de la luna. Ella me sigue observando, pero no soy capaz de mantener la mirada. Siento que te he decepcionado. Siento que ya no hay perdón para mí por todas esas obscenidades que he hecho con la persona que más odio. Y no es que ese maldito intruso signifique algo para mí o que soy esclava de mis emociones y las necesidades de mis cuerpo. Por favor, Luna, deja de mirarme. Perdona mis pecados una vez más y susúrrame cómo lo solías hacer antaño. Porque presiento que te necesito cerca para que ilumines mi camino en la oscuridad que Edén me proporciona todas las noches. Por favor, Luna. Escúchame.

Ni si quiera soy capaz de entender por qué prefieres observarme en pecado y no susurrarme. Hay ocasiones en las que llego a un punto crucial en el que pienso que es mejor no seguir con esto. No puedo esperar a que tú, Luna Madre, me perdones o me hables. Mi cuerpo se encuentra en éxtasis y mi sexo sucumbe al placer. ¿Pero qué es lo que puedo hacer yo? Ocasiones en las que busco tu perdón y otras ocasiones en las que no me importa lo más mínimo. De esta forma entrego mi alma vacía al mismísimo diablo, si es que existe. Porque, Luna, el demonio soy yo. Porque reside en lo más profundo de mi ser y no en el intruso como yo creía.


Así que, Madre Luna, contempla, por favor. Contempla como mi cuerpo se funde en uno sólo con el suyo. Porque es algo que yo quiero, que yo necesito. Porque me da igual si me concedes el perdón o no, sé que siempre volverá a pasar, siempre volveré a caer en sus brazos y nuevamente gozaré de su miembro dentro de mí. Y quiero, querida Luna, ocultarme en la profundidad del Edén y buscar un lugar lejos de tus miradas de desprecio y poder gritar y gemir fuertemente sin preocuparme de que puedas oírme o encontrarme. Caricias. Caricias por doquier. No dejo que el intruso hable. No dejo que él disfrute. Simplemente lo tengo sometido en esa oscuridad y lo utilizo como esclavo. 



Porque, Luna, Luna Madre, yo también sé ser la pesadilla personificada.

Reiré. Reiré hasta el amanecer. Hasta que te vuelvas a esconder detrás de los altos árboles del jardín del Edén. Reiré y lameré por puro placer ese objeto de deseo, ese objeto que con tantas ansias he querido torturar, golpear y destruir. Y entonces será cuando pienses, Luna, que realmente algo pasa en mi cabeza que no funciona. Pensarás, Luna querida, que me contradigo a mí misma y es posible que sea así. Sin embargo, simplemente estoy dejándome llevar por la brisa de las hojas, por el ritmo frenético de mis caderas. Porque, Luna, yo soy el lirio cubierto de sangre. Yo soy el fuego que hace arder los bosques. Porque el Edén es mi reino y yo su emperatriz. Porque se trata de un juego de placeres que tú no eres capaz de entender.

Pecado. Pecado ardiente y delicioso. Cuerpos agitados y sudados. Gemidos a plena noche. Mordiscos en el cuello y arañazos en la espalda. Luna, quedas excluida. Luna, ahora es mi turno de jugar. Ahora el intruso tiene que hacer su papel y olvidar. Olvidarlo todo y estar a mi completa merced. Porque entre sus piernas soy capaz de conseguir que sea sumiso por completo. Porque con la propia mirada soy capaz de ordenarle que su lengua haga su trabajo entre mis piernas. Y no espero que lo comprendas. Y no espero que me perdones. Sé que juzgarás. Sé que es posible que quieras castigarme por ello. ¿Pero sabes qué? Los ángeles de mi cabeza en ocasiones me hablan y algún día, en algún momento, alguno de ellos cruzarán las Puertas del Edén para venir a salvarme.

Placer. Delicioso orgasmo en mi boca. Algo que no podrás entender nunca, Luna. Delicioso placer entre mis piernas mientras el intruso me acaricia. Y no pido nada a cambio. Ahora no quiero pedir absolutamente nada a cambio. Seré yo la que castigue y azote. Seré yo la que lo encierre y lo libere cuando me plazca. Porque con ese reflejo mudo tuyo, Luna Madre, has liberado al demonio. Has roto las cadenas que sometían a la bestia al silencio. Y así es como deshecho mis antiguos recuerdos y los guardo bajo llave. Y así es como lanzó con fuerza y furia esa llave al lago para que no se pueda recuperar jamás. Quemaré todas esas notas y volveré a creer. Porque seguiré aquí encerrada, entre estas cuatro paredes de piedra e hiedra saboreando cada centímetro de su piel y él me otorgará todo ese sentimiento lujurioso que he estado reprimiendo todo este tiempo.



Porque nada es lo que parece.

10 comentarios:

  1. Simplemente, me ha encantado, Pandora ♥

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por los ánimos, Shenia. Alegra saber que hay víctimas a los que les gusten estos delirios tan... contradictorios. O eso piensa, Luna...

    Espero que nos volvamos a ver, querida.
    Un abrazo desde lo más profundo del Edén.

    ResponderEliminar
  3. Guau, no sé como explicarlo, en todos tus textos siempre hay algo que predomina, algo que llama más la atención, en este caso es la completa sensación de contradicción por el cambio de pensamiento desde la primera línea hasta la última.
    Y te felicito por ser capaz de hablar de una forma tan maravillosa de este tema, como pocos saben hacerlo.
    Besos,

    ~Scarlett

    ResponderEliminar
  4. Anónimo17:12

    wonderful blog pandora!

    ResponderEliminar
  5. Muchísimas gracias, Scarlett. Es lo que tiene el no estar completamente cuerda del todo. Al menos me alegro de que no os perdáis con mis delirios y que, aunque sea un poquito, seáis capaces de sentir lo que yo siento y comprender las cosas que pasan por mi mente.

    Espero volver a verte por Edén disfrutando de mis delirios. Presiento que dentro de muy poco un nuevo delirio florecerá en el jardín del paraíso.

    Muchos besos, querida.

    ResponderEliminar
  6. Thank you so much, Bad Hans!!
    I hope to see you around here more often.

    ResponderEliminar
  7. Vi varios comentarios tuyos por mi blog, y hasta que no he sacado tiempo, no me he pasado :)
    Y oh, vaya. Me encanta tu manera de escribir, de cómo relatas los pensamientos y el ambiente, sobre todo en este tema. Me alegro de haberme pasado. Espero seguir leyéndote, besos :)

    ResponderEliminar
  8. Muchas gracias por haberte pasado por el Edén, Alba. Me alegra mucho saber que te ha gustado este delirio. Significa mucho para mí que alguien con tu talento vea lo que hago y me de ese apoyo, en serio. Ayuda mucho a seguir adelante y poder encontrar la salvación en algún lugar de este reino. Así pues, espero que sigas adentrándote en el paraíso en busca de nuevos delirios y una buena taza de té, querida.

    Muchos abrazos y nos leemos pronto.

    ResponderEliminar
  9. Me encanto! como lo mencione, su blog es sublime! mis mas sinceras admiraciones y respeto por sus escritos! Un abrazo :)

    ResponderEliminar
  10. Muchas gracias, Alejandro. Espero volver a leerte pronto. Un beso.

    ResponderEliminar