¿Alguna vez has oído hablar del fénix, intruso? Se dice que es una criatura mitológica del tamaño de un águila, de plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de fuerte pico y garras. Se trataba de un ave fabulosa que se consumía por acción del fuego cada 500 años, para luego resurgir de sus cenizas. Estoy segura de que alguna vez has oído hablar de ella, ¿verdad? Oh, vamos, no hace falta que mientas, pues capaz de detectar tus mentiras con tan sólo mirarte. Sí, has oído hablar del fénix. Dime, intruso, ¿te agrada esta criatura? ¿Te hubiera gustado alguna vez estar en el plumaje de esta bestia? Oh, vamos, no seas tímido, pues tengo mucho interés es saber qué es lo que estás pensando.
He llegado a comprender que comparto mucho más de lo que pienso con el fénix, aunque puede que yo roce mucho más la locura que su propio mito, ya me conoces. He llegado a pasar por momentos muy confusos en este paraíso. He llegado a sentir verdaderas pasiones en mis carnes y verdaderas pesadillas en mi mente. Ha habido ocasiones en las que no sabía distinguir la realidad de la fantasía, pero aún así, a pesar de todo, he sabido mantenerme en pie. Y no sólo eso, sino que he descubierto la forma de sobrevivir entre las sombras, entre esa oscuridad que ha ido devorando poco a poco. No sé si sabes de lo que te estoy hablando, intruso. Ni si quiera sé si en estos momentos estás entiendo lo que siento.
+15.30.35.png)
Imagínatelo, intruso. Imagina un mundo en el que pueda renacer como el fénix de entre sus cenizas. Imagina que todas y cada una de las cenizas son todas las cosas malas que han llegado a pasarme. Imagina, intruso, que ahí está la fuente de mi fuerza. Tal vez esté equivocada, o tal vez no. Ni tú ni yo podemos responder a estas preguntas o conocer la verdad realmente, pero ese sentimiento de fe y esperanza seguirá permaneciendo dentro de nosotros... ¿Alguna vez has oído hablar del fénix, intruso? Se dice que es una criatura mitológica del tamaño de un águila, de plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de fuerte pico y garras. Se trataba de un ave fabulosa que se consumía por acción del fuego cada 500 años, para luego resurgir de sus cenizas.
Y si fuera verdad que mi mente no estuviera dañada no tendría las mismas reiteraciones de siempre, intruso. Puede que sea fuerte y poderosa. Y puede que realmente no sepa de lo que soy capaz de hacer. Y puede que yo misma sea ese fénix del que estoy hablando. O tal vez todas esas pecadoras fuéramos una misma. Quién sabe. Pero aunque pueda renacer siempre de mis cenizas, renacer de mi desgracia y volverme así eterna, hay algo en mí que está dañado profundamente y que no tiene arreglo ninguna. Así es, intruso, hablo de mi mente. Y sé que no hay forma de solucionar los dolores de cabeza ni los delirios que me provocan. Pero aún así, aunque tenga que combatir con esa enfermedad, sé que podré enfrentarme a cualquier pesadilla. Y si caigo, volveré a levantarme. Y si muero, volveré a renacer. Así de simple.
Sin embargo, querido intruso, no olvides ni por un segundo en la hipótesis que te acabo de exponer. Porque de ser cierto una nueva puerta en el jardín del Edén se nos podría abrir en cualquier momento. Piénsalo y dime de qué lado estás. Piénsalo y júrame lealtad absoluta, pues una nueva batalla se avecina, y con ella, nuevos horrores y lamentos. Porque, intruso, creo firmemente que no estamos solos en el paraíso. El fénix a vuelto a recobrar vida, pero aún necesita tiempo para recuperarse y controlar toda su fuerza. El fénix está ya aquí, pero las pesadillas no se esfumarán tan fácilmente. Porque yo soy el fénix y la primera de mi especie.
¿Alguna vez has oído hablar del fénix, intruso? Se dice que es una criatura mitológica del tamaño de un águila, de plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de fuerte pico y garras. Se trataba de un ave fabulosa que se consumía por acción del fuego cada 500 años, para luego resurgir de sus cenizas. Intruso... ¿puedes arreglar mi mente? Intruso... ¿será verdad mi teoría? ¿Estarás dispuesto a luchar contra nuestros demonios?
Me encanta la imagen que has utilizado, aunque eso ya lo sabes :)
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la comparación de Pandora con el ave fénix, y has despertado nuevas inquietudes, nuevos misterios por resolver. Inquietante delirio, Pandora.
Un abrazo.
Muchas gracias por tu confesión, Shenia. Me alegra mucho saber que te ha gustado este delirio. Sin duda es se trata de uno muy especial. Aún está por ver si esos misterios llegarán a desvelarse algún día. Hasta entonces, espero contar con tu apoyo. Un beso muy grande, querida.
EliminarMUCHO RESPETO
EliminarInquietante
ResponderEliminarSaludos
interesante encontrar a alguien más con el mismo fondo
Te doy la bienvenida al jardín del Edén. Muchas gracias por dejar tu confesión, eres bien recibida y las puertas del paraíso estarán siempre abiertas para ti. Espero que disfrutes de tu estancia por el Elíseo. Un abrazo muy grande.
EliminarHemos de caer muy abajo, para renacer como si jamas hubiéramos existido. Hace tiempo que no me paso por el Edén, está hermoso, al igual que este texto.
ResponderEliminarBesos
No sabes cuánto me alegra tenerte por aquí de nuevo, Claudiettha. Me alegra mucho que hayas dejado por aquí tu confesión. Siempre es un placer leerte. Espero que nos sigas apoyándonos y disfrute de una buena taza de té en el Edén. Un beso y ya sabes, tienes las puertas siempre abiertas para cuando quieras.
EliminarTodos deberíamos ser un poco como el ave fénix y resurgir con más fuerza cuando caemos.
ResponderEliminarComo siempre, adoro tus relatos.
Un beso :)
Muchas gracias por tu confesión, Ainhoa. Me ha gustado mucho lo que has dicho en tan pocas palabras. Tienes razón, todos deberíamos de ser así de optimistas y levantarnos con firmeza cada vez que caigamos. Muchos besos, amiga.
Eliminar