Nuevamente me encuentro caminando por el jardín del Edén, sin mirar atrás, eso jamás. A cada paso que doy siento como todo está conectado. La naturaleza que me rodea me atrae cada vez más a ella. Siento que es la propia Madre Natura quien me desgarra por dentro y controla mis pensamientos. La suave brisa del paraíso, el cantar de los gorriones en la rama de los árboles, la hierba fría rozando mis pies... Sí, todo está conectado. Este Elíseo es una verdadera fuente de energía.
Y es que a veces no sé si sentirme dueña de esta fantasía o prisionera de sus encantos. Hay ocasiones en las que simplemente no soy capaz de distinguir cuál es la realidad de este imperio. Ojalá pudiera quitarme las vendas que me impiden ver la verdad y poder así encontrar las respuestas que necesito. El sabor agridulce que tengo en mis labios cada vez que me doy cuenta de que puedo ser otra víctima más de su juego. Sin embargo, existen otros momentos en los que estoy tranquilamente paseando por los senderos de Edén y siento que los elementos me susurran. El estar conectada a esta naturaleza me hace sentir tranquila. De este modo logro encontrar una pequeña paz en mi cabeza y eso hace que aquellos terribles dolores se desvanezcan durante un pequeño periodo de tiempo.
Me encantaría poder suspirar tranquila. Me encantaría poder recoger mi propio ramo de lirios rojos sin tener que hacerme daño. Me gustaría poder mirar atrás y ver hasta dónde he llegado. Pero la realidad es muy distinta... Tengo la sensación de que este paraíso no es más que un laberinto de recuerdos malditos. Puedo intentar huir si me place, pero estoy más que convencida que de nada me serviría. Así pues, oh Edén, dime de una vez qué es lo que quieres de mí. Así pues, oh Edén, revélame el secreto de su poder verdadero, pues me siento cansada de ser tu juguete más preciado.
Y, aunque no lo parezca, tengo sentimientos y puedo sentir como cualquier otro ser vivo del jardín. A veces sonrío, a veces lloro. A veces me enfado, a veces me siento feliz. A veces caigo, a veces me levanto. Un sin fin de cosas más que hacen que me convierta en una dificultad para ti. ¿Podría ser eso así?. Y tal vez todos estos cambios en mi persona sean un punto negativo para ti, pues no consigues ser dueño de todos mis movimientos.
No eres capaz de predecir mis acciones o leer mi mente. Eso es lo que puede darte miedo realmente. Pero no temas, paraíso, no intento romper tus reglas o cambiar tu belleza. Simplemente quiero formar parte de él y llegar a comprenderte. ¿Por qué no me concedes esa oportunidad? Sabes que soy una fiel servidora de tu causa. Deja que camine por tus bosques y te abra las puertas a mi alma, pues tarde o temprano te entregaré mi corazón. El tiempo de ser tu marioneta ha acabado.
Nuevamente me encuentro caminando por el jardín del Edén, sin mirar atrás, eso jamás. A cada paso que doy siento como todo está conectado. La naturaleza que me rodea me atrae cada vez más a ella. Siento que es la propia Madre Natura quien me desgarra por dentro y controla mis pensamientos. La suave brisa del paraíso, el cantar de los gorriones en la rama de los árboles, la hierba fría rozando mis pies... Sí, todo está conectado. Este Elíseo es una verdadera fuente de energía.
Nuevamente me encuentro caminando por el jardín del Edén, sin mirar atrás, eso jamás. A cada paso que doy siento como todo está conectado. La naturaleza que me rodea me atrae cada vez más a ella. Siento que es la propia Madre Natura quien me desgarra por dentro y controla mis pensamientos. La suave brisa del paraíso, el cantar de los gorriones en la rama de los árboles, la hierba fría rozando mis pies... Sí, todo está conectado. Este Elíseo es una verdadera fuente de energía.
Así pues, me detengo y suspiro profundamente. Siento cómo toda la brisa me azota con suavidad en el rostro. Intento comprenderte, intento seguir las reglas de tu juego, Edén. Pero estoy cansada de no saber la verdad. Estoy cansada de ser una marioneta. Estoy cansada de estar perdida en tu laberinto de recuerdos ensangrentados. Quiero llegar al final y encontrar tu escondite. Quiero ser uno contigo y entregarte mi espíritu. Sí, soy humano, o al menos tengo la apariencia de uno, pero no quiero ser un estorbo para ti. Oh, Edén, tómame en serio y acaba con mi sufrimiento de una vez por todas.
Creo que una de las peores cosas que nos pueden pasar es que nos sintamos atrapadas en el pasado, en nuestros recuerdos y que vivamos sólo para ser felices con ésto. creo que no podemos vivir para los demás, tenemos que luchar por nosotros mismos.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias por dejarnos tu confesión. Has dado justo en la diana, pienso igual. Muchas personas se alimentan del recuerdo y no consiguen seguir adelante. Sea como sea, hay que dejar el pasado y atrás y mirar siempre al futuro. Seguir adelante cueste lo que cueste. No podemos seguir contentando a todo los demás y reprimirnos con eso, hay que empezar a vivir el presente y entregarnos al YO. Espero que sigas disfrutando de todos lo delirios y pueda verte por aquí más a menudo. Un beso muy grande.
EliminarComo siempre, muy acertada en lo que dices!
ResponderEliminarBesos!
Muchas gracias por dejar tu huella en el jardín del Edén, Yami.
EliminarUn abrazo muy fuerte.