» Un deseo anhelado llamado 'tregua'.

No consigo hallar un momento de paz y tranquilidad. Es algo que anhelo y busco constantemente, pero que no quiere aparecer. Y cuando parece que estoy a un paso de localizarlo, caigo. Caigo en la trampa de retroceder tres pasos atrás. Y eso hace sentirme débil, sentirme desesperada, pues no consigo hallar en mí un suspiro de alivio, un suspiro que me permita desconectar y olvidarme de todo. Me gustaría poder abrir los ojos una mañana y sonreír porque no tengo preocupaciones que me atormenten de esta manera tan ruin. ¿Por qué es tan difícil encontrar momentos de paz? ¿Por qué no soy capaz de hallar un lugar secreto al que poder huir y esconderme cuando quiera sin tener que preocuparme de nada? No quiero que se me encuentre. Simplemente quiero cerrar los ojos y ubicar una pequeña luz dentro de mi oscuridad. Una luz que me guiara por ese sendero hostil y que no quiere cesar de hacerme sufrir.

No creo que esté pidiendo demasiado, ¿verdad? A este punto de la reflexión, sé que no puedo combatir con esas fuerzas superiores a mí, pero mi orgullo me impide rebajarme y acatar sus ordenes. Quiero ser una bestia libre. Soy una bestia libre. Y son el resto quienes quieren atarme con cadenas y humillarme. Son los demás quienes quieren verme sucumbir a sus expectativas. Están por todas parte, cuesta mucho defenderse o huir. Por eso necesito mi lugar de armonía. Un lugar donde sé que ninguno de ellos podrá encontrarme. Un lugar en el que pueda respirar tranquila y liberar toda esa tensión, toda esa rabia y frustración que me guardo día tras día para mí misma.

No creo que esté pidiendo demasiado, ¿verdad? Estoy empeñada a hacer cualquier cosa para encontrar ese momento de paz y tranquilidad. Cueste lo que cueste, es un elemento que necesito a toda costa. Sé que con eso no haré desaparecer los demonios y las pesadillas, pero al menos me darán una pequeña esperanza y una agradecida tregua a toda esta lucha constante. Pues me hallo cansada, muy cansada y siento que mis fuerzas quieren desprenderse de mí a cada segundo que pasa. Y no quiero tirar la toalla. Y no quiero derramar más lágrimas. Tan sólo estoy pidiendo, no... Tan sólo estoy suplicando un poco de paz y tranquilidad. Un pequeño lugar al que poder ir cuando estoy apunto de explotar. Creo firmemente que no estoy haciendo ningún mal por querer desear una cosa así. He sufrido demasiado, he derramado demasiadas lágrimas y he sangrado mucho más de lo que una persona normal podría... Yo... tan sólo, estoy buscando una pequeña luz entre tanta oscuridad y tinieblas. 

Me siento terriblemente abatida por las circunstancias del momento. No puedo recurrir a buscar ayuda, pues sé que estoy sola, horriblemente sola en este paraíso. Antes no solía darle mucha importancia hasta que me percaté de una pequeña verdad revelada hace no mucho tiempo. Quiero abrir los ojos y sentir que todo mi poder, toda mi fuerza, no se esfumado del día a la noche. ¿Acaso todo esto es pedir demasiado? ¿Realmente no se me puede conceder este pequeño deseo? Una tregua, un suspiro profundo, un lugar llamado paz, tranquilidad y armonía. Sé que debo seguir luchando. Y ten por seguro que lo haré, pues no me queda otro remedio que sobrevivir a esta vida de ilusiones y mentiras. Y seguiré poniéndome en pie y saciando tu lujuria noche tras noche, pero por favor, déjame respirar. Dejadme todos respirar y encontrar mi lugar, mi pequeño lugar en este Edén donde pueda simplemente ser y dejar de pensar en todo aquello que me está atormentando. Un lugar en el que no tenga que demostrar nada. Un lugar en el que nadie más pueda tener acceso. Un lugar en el que pueda encontrar un momento de felicidad real.


No creo que esté pidiendo demasiado, ¿verdad? 

4 comentarios:

  1. No podría decidirme por uno sólo, pero puedo decirte que este es uno de los delirios que más me han gustado hasta el momento. Esa tregua tan anhelada que deseamos tantas veces y que parece no llegar nunca. Esa frustración que sentimos porque no podemos más con toda la carga que soportamos. Pero también te digo que no siempre estamos tan solos como pensamos, tan sólo debemos abrir bien los ojos y saber encontrar a aquellos que están ahí, ocultos entre las sombras y ayudándonos, a veces, sin que si quiera nos demos cuenta. Pero no, Pandora, no pides demasiado, creo que pides lo justo ♥

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    1. Me alegra un montón saber que este delirio te ha llegado bien adentro, que este delirio sea uno de los que más te haya gustado hasta ahora me parece algo fantástico, la verdad. Después de tantos lamentos, de tanto odio y tanta frustración, delirio tras delirio, es lo que toca, ¿verdad? La carga, como bien dices, es muy grande y las fuerzas comienzan a escasear. Al menos no siempre estamos solos, o eso pensamos. Es bueno tener una pequeña luz al final del camino iluminándote aunque sea brevemente. Es hora de darse un respiro y poder alcanzar esa luz.

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  2. Anónimo22:52

    Todo el mundo necesita de ese lugar de aislamiento, no para recluirse eternamente, pero sí para conocer y encontrar cosas de sí mismo que quizás desconocía, para descansar de un ajetreado mundo que no nos comprende por completo. Un lugar al que poder llamar hogar, por el simple hecho de que estás en paz allí, y nada lo perturba. Nada lo franquea. Solo tú, tu soledad, y tus pensamientos.

    Pero hay gente que no comprende eso, y se empeña en revolotear a nuestro alrededor creyendo ser erróneamente una prolongación de nosotros mismos. Pero no lo son, y es muy difícil que alguien ajeno a nosotros (incluso nuestros amigos, familiares...) lleguen a comprendernos del todo, como bien se sabe. Porque cada uno somos un mundo completamente diferente. No obstante, como tal, todos deseamos a veces estar en quietud...

    Saludos.

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    1. "Un lugar llamado hogar", no se podía describir de otra manera. Un pequeño espacio únicamente nuestro y dónde no tengamos que mantener la compostura siempre. Un lugar dónde podamos relajarnos y ser nosotros mismos sin tener ningún dedo acusador señalándonos.

      Ni si quiera yo soy capaz de entender cómo el resto del mundo no comprende mis deseos, es decir, que no entienda que necesite ese pequeño espacio donde poder respirar sin preocupaciones y poder evadirme del resto. Incluso es difícil encontrar a una sola persona que entienda esa paz, ese modo de ver las cosas.

      Así pues, me gustaría darte las gracias por haber compartido con nosotros tu confesión una vez más, Red. Espero que este delirio haya sido de tu agrado y que nos podamos volver a leer pronto. Y como bien dicen algunos, "mi casa es tu casa". Un beso grande y hasta la próxima.

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