Silencio. Un silencio abrumador invade la sala. Abro los ojos y ahí me encuentro. Delante de ese reloj titánico. Abro los ojos y ahí me encuentro, en la sala del vacío, en la sala más oscura de la torre. Ya no se escuchan las voces, ni los gritos de dolor. No soy capaz de escuchar mis propios latidos del corazón o mi respiración. El silencio invade la sala. La oscuridad se adueña de ella. El reloj me contempla, me contempla fijamente. Tic, tac, tic, tac. Siempre la misma historia. Incluso en situaciones tan enigmáticas como esta no sé qué hacer. Mi cuerpo no se quiere mover. Tic, tac, tic, tac. El reloj nunca se detiene. El reloj nunca va hacia atrás. Y es precisamente eso lo que más misterio me provoca. Un reloj que no funcionaba, de repente, hace andar sus manecillas. Algo ha tenido que cambiar. Algo está apunto de pasar.
Tic, tac, tic, tac. Realmente debe de existir el tiempo en este lugar. Supongo que antes no era consciente de ello. No sé... Hay tantas cosas que desconozco y creo saber. El jardín del Edén es una verdadera caja llena de sorpresas. Aún recuerdo cuando llegué aquí por primera vez. Las agujas no se movían. El tiempo no existía. ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Qué es lo que este paraíso me intenta decir? No sé. No sé. Realmente me encuentro en un mar lleno de dudas. Tic, tac, tic, tac. Las manecillas del reloj no se detienen. El tiempo no quiere cesar. El reloj es grande y poderoso. Siento que mi alma está ligado a él. Silencio. Silencio sepulcral. Yo he vivido este momento con anterioridad. Yo he sentido en mis carnes esta sentimiento de nostalgia y pena. ¿Qué es lo que intentas decirme, Edén?
Silencio. Eterno silencio. Un silencio que agobia la sala y me mantiene intranquila. ¿Qué puedo hacer? No. En realidad esa no es la pregunta que me tengo que hacer. En realidad son otras cuestiones las que tengo que percibir. Oscuridad. Silencio. Tic, tac, tic, tac. El tiempo corre, siempre corre. ¿Es acaso un aviso? Es posible, puede ser muy probable. Oscuridad. Silencio. Sí, eso es. La sala del reloj. La misteriosa sala de color negro en el que se encuentra este reloj. ¿Cómo he llegado yo aquí? ¿Seré la única que puede acceder a ti? Tic, tac, tic, tac. El reloj nunca responde. El reloj nunca llama. Tic... tac... tic... tac. Debe de existir una señal. Debe de existir una conexión. Y yo debe de encontrarlo antes de que... ¿Antes de qué exactamente? Aquí no hay susurros. Aquí no hay compañía. Simplemente soledad y oscuridad. Simplemente el tic-tac de unas manecillas que jamás se detendrán.
No soy capaz de recordar mis pasos hacia atrás. No logro entender cómo he llegado hasta aquí. Tan solo quiero averiguar la verdad. Tan solo quiero escapar de mi prisión. Tic. Tac. Me siento atrapada. Tic. Tac. Ansío ser liberada. Tic. Tac. ¿Qué es lo que está apunto de pasar? Silencio. Silencio sepulcral. El bucle jamás se detendrá. Tic. Tac. Hay algo que se esconde en el Edén. Hay una bestia que está apunto de despertar. Tic. Tac. Un nuevo juego está apunto de comenzar. Tic, tac, tic, tac. TIC, TAC, TIC, TAC. Siento que mi alma está ligado a este reloj titánico. Siento que mi alma está vinculado a su esencia. Tengo que encontrar, pues, la verdad, mi nuevo camino. Debo de hallar una respuesta que me sea verdaderamente efectiva. Quiero romper con este silencio torturador y tan intranquilo. Quiero romper con esta ilusión para poder ver más allá.
Tic, tac, tic, tac, tic. Nunca se detendrá. Nunca querrá cesar. Tic, tac, tic, tac. ¿Cómo yo logré encontrarte? Tic, tac, tic, tac. Necesito quitarme estas vendas ya, pues mi curiosidad está aumentos cada vez más y, en consecuencia, siento que este reloj me absorberá el alma. Siento que este reloj tiene un plan para mí. Oh, Edén, mi jardín del Edén, susúrrame al oído qué es lo que está pasando. Oh, Edén, mi reino paradisíaco, cuéntale a tu reina qué es lo que está apunto de comenzar. Tic, tac, tic, tac. Necesito que ese sonido deje de sonar. Tic, tac, tic, tac, debo de encontrar una luz entre tanta oscuridad.
Tic, tac, tic, tac, tic. Nunca se detendrá. Nunca querrá cesar. Tic, tac, tic, tac. ¿Cómo yo logré encontrarte? Tic, tac, tic, tac. Necesito quitarme estas vendas ya, pues mi curiosidad está aumentos cada vez más y, en consecuencia, siento que este reloj me absorberá el alma. Siento que este reloj tiene un plan para mí. Oh, Edén, mi jardín del Edén, susúrrame al oído qué es lo que está pasando. Oh, Edén, mi reino paradisíaco, cuéntale a tu reina qué es lo que está apunto de comenzar. Tic, tac, tic, tac. Necesito que ese sonido deje de sonar. Tic, tac, tic, tac, debo de encontrar una luz entre tanta oscuridad.
Siempre puedes intentar quitarle las pilas al reloj.
ResponderEliminarMuy buena, Angie... aunque no todos los relojes funcionan con pilas. Gracias por comentar, un abrazo muy grande.
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