» Luchando contra los sentimientos.

Me encuentro en un callejón sin salida. Sí, así es. De eso se trata. Me encuentro en u callejón de sentimiento y emociones. No puedo escapar de ellos. No puedo huir. Un sentimiento familiar recorre cada fibra de mi ser. Un sentimiento de amor, de deseo, de atracción. Excitación en estado puro. Intento luchar con todas mis fuerzas en contra de ese sentimiento tan familiar y que en el fondo repudio tanto. Amor. Deseo. Atracción. Mi cuerpo reacciona de un modo muy distinto a mis pensamientos. No sabría describirlo. Mi cuerpo ansía todo ese amor, deseo y atracción. Sin embargo, mi mente me dice que no. Mi mente me recuerda que lo pasaría muy mal si continuara con esto. Amor. Deseo Atracción. Quiero escapar de este callejón sin salida, realmente quiero.

Decisiones. Decisiones difíciles, muy difíciles. Volver a sentir todos estos sentimientos me hace replantearme tantísimas cosas... Recuerdos. Recuerdos que vienen y van en mi mente. Recuerdos que me hacen tomar decisiones complicadas como estas. ¿Qué debo hacer? ¿Debo de continuar con lo que siento o renunciar? No quiero creer que vivo atada a esa bestia. No quiero volver a despertar a ese monstruo que guardas dentro. Eres peligroso. Eres muy peligroso y lo sabes. Y sé que una parte de mí se excita con esa mera idea. Aún así, algo en mí me está diciendo, me está advirtiendo, que no, que no debo de continuar por ese camino. Porque si lo hago acabaré como antaño. Y las segundas oportunidades no existen.

Me encuentro en un callejón sin salida. Sí, así es. Cierro los ojos y visualizo tus manos recorrer mis muslos, acariciando mis mejillas. Sí, así es. Cierro los ojos y visualizo tu imagen, sus labios cerca de los míos. Siento tu aliento cerca de mi cuello. Tu nostálgica voz pronunciando mi nombre. ¿Cómo no me va agradar la idea de volver a tus brazos? ¿Cómo puedo encontrar la fuerza para renunciar a ti? Es entonces cuando mi mente me recuerda el horror, el sufrimiento, la mentira. Tu imagen se torna de color carmesí, del color de la sangre. Las sábanas manchadas. Mi cuerpo dolorido en el suelo. Muerte.

¿Cómo puedo continuar atada al asesino? ¿Cómo puedo continuar deseando mi infortunio? No me entiendo. De verdad que no soy capaz de reconocerme. Quiero liberarme de este callejón sin salida. Pero no puedo pedir ayuda. De nada servirá gritar y gritar en busca de una salvación posible. Decisiones. Decisiones complicadas. Sentimientos contra los que no puedo luchar. Recuerdos que no hacen más que atormentarme día y noche. ¿Qué debo hacer? ¿Debo de continuar con lo que siento o renunciar? Dudas. Siempre son las mismas dudas. Amor. Deseo. Atracción. Eres un monstruo. Una bestia. Eres el asesino. No puedo hacer nada para evitar lo que siento. O al menos eso es lo que pienso. Aún así, mi mente no deja de juzgarme y decirme que retroceda. Qué difícil... qué difícil es ser una esclava de las emociones. 

Me encuentro en un callejón sin salida. Cierro los ojos. ¿Y qué es lo que veo? A ti jugando con mi cuerpo. Cierro los ojos. ¿Y qué es lo que pienso? En toda esa sangre derramada. No quiero que la historia se vuelva a repetir. No quiero que mi corazón vuelva a sufrir. Quiero escapar. Quiero huir. Quiero que toda esta pesadilla se detenga. ¿Algún día encontraré la respuesta a este dualismo? ¿Algún día podré aclarar lo que siento? No quiero seguir atada a la bestia. No quiero alimentar la lujuria del monstruo. Quiero dejar de sentirme atrapada. Amor. Deseo. Atracción.

2 comentarios:

  1. https://www.youtube.com/watch?v=VurhzANQ_B0
    Incluso así, hay asesinos que son correspondidos :P en este mundo de seis millones de seres humanos, como quien dice "hay gente para todo" Si nunca viste el vídeo, te lo recomiendo.

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    1. Muchas gracias por haber compartido el vídeo con todos nosotros. Espero que el resto de pecadores del Edén también le echen un vistazo. Hasta la próxima.

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