» Pensamientos sin título.



"Y me sigue asombrando las jugadas 
que me puede hacer pasar la mente"


Sí, mi irracional cabecita hace que alucine en cuestión de segundos. Y no es de extrañar. Estos últimos momentos de vida, si es que puedo denominarlo así, hace que piense. De manera que cada vez entienda menos las cosas que me rodean. Siento que poco a poco, como ya me ocurrió en el pasado, pierda de nuevo mi juicio, pero eso suena estúpido. Si ya lo he perdido del todo y ahora soy alguien completamente diferente, ¿cómo puedo perder el punto? Mi brújula no señala el norte. Mis pensamientos se adueñan de mí y me controlan. Esta no soy yo.

Y a pesar de todas estas preocupaciones siento miedo. Creo que es algo que aprendí muy bien hace mucho tiempo. El miedo es algo que adquirí en tan poco tiempo. Las reacciones son siempre las mismas: ataque, huida, paralización o conductas que hace que el individuo que padezca de miedo se deje dominar y hace que la sumisión le posea. 

¿Y cómo lo podría definir? 
~ Sentimiento de inquietud causado por un peligro real o imaginario, sinónimo de temor, alarma, inquietud, aprensión, en su grado más crítico se denomina terror, pánico, pavor...

Es algo que domina y que intento combatir. Muchas veces siento ese miedo. Me resulta muy extraño, ya que sólo lo había sufrido una única vez de manera descomunal en el pasado. ¡Debería de haberlo olvidado ya! Tal vez sea tan fuerte el impacto... Pero tampoco tiene sentido, ya que desapareció por completo aquella primera vez cuando abrí los ojos y me hallaba en este lugar. Y creo que ya me he dado cuenta de lo que puedo llamar mi realidad: Todo empieza por la presencia de los indeseados. NO estoy obsesionada. Lo sé.

Hay veces en las que me levanto y todo mi santuario está en llamas. Ardientes y calurosas llamas que consumen todo lo que he aprendido a amar. Dudas que inundan mi cabeza con las mismas preguntas, las cuales que no consiguen encontrar respuestas concluyentes. ¿Algún día vendrá a salvarme el ángel guardián? No, no puede ser. Los hombres siempre decían que los ángeles siempre intervienen a la hora de la verdad a salvar a sus protegidos, pero he comprobado que no siempre llegan a tiempo para salvarlos. Por eso yo dejé de creer. Me evadí de todo ese mundo de tal manera que ahí dejaría de existir. ¿Y si mi salvador encontrara estas notas? ¿Y si las leyera todas? ¿Qué pensaría? ¿Aún querría salvarme? Si es que veo salvadores dónde no los hay...

Y por eso digo que a la mente le gusta jugar. Su juego favorito es volver loco a su poseedor. Sí, es así. Todo empieza con las alucinaciones. Y después viene todo lo demás. Pero lo que más angustia es esperar a esos ángeles guardianes. Crees que cuando ya estás al borde del éxtasis del miedo, ellos vendrán a rescatarte, pero no es así. Nunca llegan. Y yo por eso me pregunto, ¿cómo serán esos salvadores? ¿Serán como yo? ¿Pensaran como yo? ¿Por qué no me rescatan? ¿Acaso yo tengo un ángel guardián? ... 

Yo ya he perdido toda esperanza. Más claro imposible, estoy sola y sólo me tengo a mi misma. Loca perdida. Delirando y siendo víctima de mi propio Edén. Una bella tortura que me provoca otra muerte lenta y agridulce. Así es como me consumo. Sin desearlo. Sin sospecharlo. Así pues he llegado a la conclusión dique no quiero que él venga a por mí. Sólo quiero que desaparezca o peor aún, que encuentre en su interior ese sentimiento de culpa por no haber venido a salvar a su supuesta protegida. Quiero que sienta que ha fallado en su cometido. Porque yo no necesito a nadie y mucho menos mantener viva la llama de la esperanza, pues él con sus alas invisibles las ha ido apagando. No necesito un ángel guardián. Y mucho menos a ti, intruso. Quiero que dejes de penetrar en mis pensamientos con esa lasciva mirada y que tanto él como tú ardáis en el infierno.

No quiero que seas tú mi ángel guardián. 

¿Acaso lo eres?

2 comentarios:

  1. Anónimo05:52

    Pandora aquí estoy, opinando un poco… sabes mi brújula soy yo, yo tomo mis decisiones sean buenas o sean malas. Si son buenas he triunfado si son malas son experiencia y debo tomar conciencia para no equivocarme de nuevo. Así debe ser tu brújula la que te ayude a llegar con término seguro a tu destino final donde al fin puedas tu ancla soltar.
    Pandora gracias por expresar tus palabras, que nos invita a la reflexión y admiración. Que siempre tengas esa lluvia de inspiración, para disfrutarla en todos tus escritos. Un aplauso de pie.
    EL Fantasma

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    1. ¡Cuánto tiempo sin saber de ti, querido Fantasma! Ya pensaba que no iba a volver a verte por estos lares. Qué alegría me da poder deleitarme con tus palabras. Mil gracias por compartir tus pensamientos conmigo. Ya sabes que aquí siempre serás bien recibido. Un fuerte abrazo y ojalá podamos seguir leyéndonos mutuamente en este jardín de los secretos.

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