» El arrepentimiento de la Luna.

  "A pesar de todo el daño infligido, yo seguiré a tu lado"    

Dime, Luna, ¿por qué lloras? Dime, Luna, ¿qué es lo que has perdido? ¿Por qué ya no me sonríes? ¿Te sientes sola? ¿Abandonada, quizás? Da igual, ya no importa. Me has dado la espalda demasiadas veces. Pensé que te podría tener siempre a mi lado, pero no es así. Ahora eres tú la que sufra, la que se lamenta. La que se arrepiente. Pero ya no hay nadie junto a ti que te apoye, que te quiera. Ya no eres capaz de buscar el consuelo que te mereces. Luna traicionera. Luna engañosa y envenenada. Ya no se puede confiar en ti, da igual cuántas lágrimas derrames por lo perdido. Ya es demasiado tarde. Eres víctima de tu propio delito, has probado con amargura tu propio veneno.

Pero, Luna, deja de llorar, pues no todos sentimos ese rencor y ese odio que te mereces. Sí, me has dado la espalda, me has abandonado cuando yo más te necesitaba. ¿Eso significa que yo debo de hacer lo mismo ahora? Tal vez eso sería lo más justo para que aprendieras la lección, sí. Pero no lo voy a hacer. Me sentaré aquí a tu lado a secar tus lágrimas. Me sentaré aquí a tu lado a consolarte. Pues no todos sentimos ese rencor, pues no todos sentimos ese odio profundo. Aunque no te lo merezcas, yo seguiré a tu lado. Aunque no te lo merezcas, yo seguiré escuchándote. Aunque no te lo merezcas, yo iré siempre en tu búsqueda para socorrerte.


 Querida Luna, no llores más. Querida Luna, ahoga tu llanto, pues no es necesario que sigas sufriendo de esta manera. Querida Luna, no llego a comprender el por qué de tus lamentos. Yo estoy a tu lado. Yo siempre estuve a tu lado. ¿Por qué tanta pena? ¿Es que acaso te arrepientes por haberme hecho tanto daño? ¿Es que acaso te duele el haberme dejado de lado? Sabes que dentro de mí guardo mucho odio y rencor, pero nunca podría mostrar esa crueldad a esa Luna que hizo brillar mi sendero por el Edén. 

Seguiré aquí, Luna. A tu lado. Seguiré aquí, Luna, con un pañuelo de seda en mi mano. No me importa cuántas cosas malas has podido llegar a hacerme. No te guardo ningún rencor. Si es que yo jamás podría odiarte. Lo que me une a ti es mucho más grande que cualquier sentimiento de ira que pueda crecer dentro de mí. Estamos unidas por un hilo extenso y poderoso. Da igual todo el daño cometido. Es hora de calmar tus llantos y estar a tu lado solamente para que comprendas lo que siento. Deja de llorar, Luna, pues yo soy tu consuelo. Deja de arrepentirte por el pasado, Luna, pues yo la Verdad. Luna, Madre, yo soy el pecado que piensa arrasar con sus llamas el Edén. La culpa jamás caerá sobre ti.

Te protegeré. Estaré a tu lado por toda mi eternidad. Lucharé hasta el final contra esos demonios que intentan destruirte. Así pues, deja que seque tus lágrimas. Si tienes que formular de nuevo palabra, que sea susurrándomelo al oído, como solías hacer antaño. Luna, ¿por qué sigues guardando silencio? Luna, ¿por qué no me arropas con tu luz y dejas que sea yo en esta ocasión tu guía por el Elíseo? Ya no hay tiempo para el dolor. Ya no hay tiempo para la venganza o el rencor. Siempre las mismas palabras que se repiten en tu cabeza. Luna, tienes que entender que no todas las criaturas del jardín del Edén somos iguales. Algunas te darán la espalda sin más para lastimarte, otras lo harán porque tú les traicionaste primero. Sin embargo, yo soy diferente a todas ellas. Puede que me rompieras el corazón una vez, pero yo siempre me mantendré de pie en el centro de tu luz para apoyarte y consolarte en los momentos más difíciles.

Querida Luna, no llores más.
Pues no permitiré que nadie te mancille nunca más.

4 comentarios:

  1. A veces somos demasiado orgullosos y creemos que debemos comportarnos tal y como lo hacen con nosotros. Pero la verdad es que sólo cuando no imitamos a lo demás demostramos como somos realmente.
    Si alguien nos da la espalda y queremos darle la manos ¿Por qué no? No somos tan ruines como quien nos la negó.
    Besos.

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    1. Mil gracias por haber compartido con nosotros tu confesión. No podía estar más de acuerdo con tus palabras. Puedes llegar a ser mejor persona, no todos se rigen por el "ojo por ojo". En cambio, siempre están el resto de personas que sí piensan que deben de dar lo que reciben. No todos se merecen ese trato/quieran darlo por el motivo que sea...

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  2. El último delirio me encantó, pero es que con este me he sentido más identificada de lo que te puedas imaginar. Yo también me he sentido traicionada por la Luna, y yo también me siento incapaz de darle la espalda.

    Estoy completamente de acuerdo con el comentario anterior. No tenemos que actuar con los demás tal y como ellos lo hacen con nosotros. A veces está bien ser diferentes. A veces está bien actuar de forma distinta, pues eso demuestra que podemos llegar a ser mejores personas que aquellas que nos dieron la espalda o nos traicionaron. A veces, hay que tragarse el orgullo y apoyar a aquellas personas que un día fueron importantes.

    Gran delirio, Pandora, como siempre.
    Un beso.

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    1. Bienvenida seas de nuevo, Shenia. Ya sabes cuánto me alegra verte por estos lares y leer tus confesiones. Me hace muy feliz ver que te gustan mis delirios. Eso siempre es bueno para seguir adelante con la iniciativa. Estoy muy de acuerdo con tus palabras. Sin duda no lo podías definir mejor. Algunas personas no se merecerán nuestro aprecio, sí, puede ser, pero nosotros no podemos evitar estar siempre ahí para ellas. Somos humanos todos, algunos más buenos que otros, pero también es algo que está en nuestra naturaleza. Espero que tú siempre mantengas esa bondad tan admirable y preciada hasta el fin de los días. Un beso muy grande, querida. Espero volver a verte pronto.

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