» La negación de lo innegable.

Control. Debo de aprender a controlar mis emociones. Debo de aprender a domar mis sentidos. No puedo caer de nuevo en tus redes. No puedo caer en la tentación una vez más. No. No quiero. No. No puedo. Demasiadas veces me he visto disfrutar de tu lascivia. Tus caricias. Tus besos. Tu voz susurrando mi nombre... Siempre la misma historia. Siempre los mismos orgasmos. Noche tras noche, cuando el sol se oculta tras las colinas, un nuevo mundo se abre paso ante mí. Un nuevo mundo que el transcurso del tiempo se va volviendo vacío. Un vacío que nos invade, a ti y a mí. Un vacío que nos va devorando desde dentro en cuestión de segundos. ¿Qué más puedo decir si sé que tú ya sabes de lo que estoy hablando? Siempre te digo que no, que no quiero continuar con esta locura, pero siempre volvemos al mismo juego. O mejor dicho, soy yo la que vuelve a empezar la partida. 

Estoy cansada. ¿Cuántas veces te habré dicho que estoy cansada de esto? ¿Cuántas veces he gritado tu impronunciable nombre para sentirme aliviada? ¿Cuántas veces he intentado escapar? Creo que la realidad es que no quiero darme cuenta de las cosas. No quiero darme cuenta de que, simplemente, no puedo escapar de este bucle infinito. No quiero escapar de este vicio profundo. No quiero liberarme de estas cadenas. Cansancio. Siempre cansancio. No es más que una mera excusa. No cambio las cosas. No quiero cambiar las cosas. Caigo, una y otra vez, en tu juego. Caigo en tus redes. Caigo entre tus brazos. ¿Para qué? Para siempre lo mismo. Caricias. Besos. Tu voz susurrando mi nombre al oído. Siempre la misma historia. Tu lascivia es mi debilidad, aunque jamás lo reconocería.

Control. Debo de aprender a controlar a la bestia. Mis impulsos, mis sentimientos, mis emociones... debo de aprender a domarlas. Debo de aprender a deshacerme de todas las cosas negativas a mi alrededor. Pero es difícil. Es muy difícil. Me he acostumbrado a esta nueva vida. Me he acostumbrado a tenerte cerca de mí cuando en realidad quiero todo lo contrario. Oh, Edén... ¿cómo he dejado que esto pasara? Oh, Edén, ¿cómo he permitido que esta ilusión creciera tanto? Control. Control. Todo es cuestión de control. Todo es cuestión de aprender a ver las cosas, de quitarse esa venda que tanto nos ciega. Pero es difícil, es muy difícil... Aún así, no pienso darme por vencida.

Cierro los ojos y vuelvo a verte ahí, en el lecho, a mi lado. Me miras con esos ojos penetrantes mientras me acaricias con tu mano derecha. ¿Por qué? Dime por qué haces esto. Dime por qué me dejo acercar tanto. No es natural, ya no lo es. Te miro y un sabor agridulce invade mis labios. Te miro y un sentimiento de nostalgia invade mi mente. ¿Por qué me cuesta tanto desprenderme de ti? Siempre la misma historia. Siempre los mismos orgasmos. Noche tras noche, cuando el sol se oculta tras las colinas, un nuevo mundo se abre paso ante mí. No. No quiero. Negaré hasta la saciedad que no quiero formar parte de tu juego. No quiero continuar caminando por el mismo sendero que tú. Tú ni si quiera deberías de estar aquí. Me estorbas. Me molestas. Me abrumas día tras día. Pero tú no pronuncias palabra. Nunca lo haces. Pero tú tan sólo quieres continuar usando tus encantos para obtener de mí el clímax. 

Control. Control... Control. Es cuestión de aprender a dominarme a mí misma. Es cuestión de poder controlarte a ti. Control. Esa es la clave. Sin embargo, no puedo evitar disfrutar de tu presencia a altas horas de la noche. Sin embargo, no puedo evitar querer un poco más de ti al alba. Tu lujuria es insaciable y mi deseo irrefrenable. Y así son las cosas. Vivimos en un bucle que jamás se detendrá. Vivimos es un paraíso lleno de mentiras e ilusiones. Jamás podremos negar nuestras emociones. Jamás podremos escapar de este constante vicio sin fin. Ya no puedo continuar participando en tu juego. Lo único que quiero es aprender a controlar un mínimo este deseo y llegar hasta el final. Y aunque sepas que me encantan tus caricias, tus besos, tus miradas... yo nunca lo admitiré. 


Porque ahora es el momento de negar la verdad.

9 comentarios:

  1. Querer y no querer, ¿es el ser de ojos penetrantes el que te tienta? No... la tentación nace y crece en ti, para morir en tus orgasmos. ¿Tú mismo ser te crea tu propia trampa? ¿o hay motivos reales para no querer?
    Cuando me encuentro en conflicto conmigo misma yo me divido en tres, escucho lo que quiere mi cuerpo físico, escucho lo que quieren mis sentimientos, y lo que en mi cabeza me dice la lógica. Si hablan los tres, no puede haber empate.

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    1. Sabias palabras, Angie. Me alegro mucho de que las hayas compartido con todos nosotros. Quien sabe, podría ser un muy buen consejo para la próxima vez en el que alguien se encuentre en esa eterna disputa de dudas y emociones agitadas. Yo misma tendré que reflexionar sobre ellos. Buena confesión. Espero que te guste el próximo delirio. Un beso muy grande.

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  2. Hola. Pandora, tengo dias espiandote!
    Y hasta hoy me dí por vencido, finalmente acepte que eras tu quien soñoba todas las noches de insomnio vagando en mis fantasias, he escuchado tu suave voz, la tengo en mi cabeza todas las noches, he tocado tu tibia y terza piel nacarada, mis manos mueren por perderse y hundirse en tu cuerpo de diosa, Acaso me he vuelto loco, sea pues! Disfrutar de tus delirios y locuras quiero, acepto las consecuencias!
    Un abrazo y un beso!
    Antonio.

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    1. Bienvenido seas a mi jardín del Edén. Espero que este lugar secreto sea de tu agrade y que disfrutas realmente de cada uno de mis delirios. Es halagador poder escuchar una confesión como la tuya, pues muy pocos tienen el privilegio o la osadía de adentrarse tan profundamente en este paraíso. Así pues, me complace ver que has caído en mis palabras, en mis susurros. En tus manos está cuan lejos conseguirás llegar en el Edén hasta descubrir todos sus secretos. Un fuerte abrazo y hasta la próxima. No olvides tomarte una taza de té mientras contemplas mis próximos movimientos.

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  3. Gracias por tu bienvenida! estoy dispuesto a disfrutar tus idilios y los secretos de tu jardín, mientras tanto soboriaré este delisioso té!
    así sea!

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  4. No he leído tu blog... pero lo haré en mis ratos libres, me gustaría saber de que albums sacas la música, me ha cautivado xD

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    1. Bienvenido al jardín del Edén, Víctor. Espero que te animes a explorar los rincones de este enigmático paraíso. En cuanto a tu duda, todos los temas pertenecen a la compositora japonesa Yuki Kajiura. Espero haberte ayudado. Un beso, amigo.

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  5. Anónimo06:59

    interesante, todo.

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    1. Gracias por el comentario. Sigue disfrutando del resto de delirios. Un beso.

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