Por todo mi ser recorre un oscuro sentimiento de odio. Por todo mi ser recorre un veneno capaz de arrasar conmigo misma. Por todo mi ser recorre una ira más fuerte que el roble y más rápido que el huracán. Una ira que jamás parece saciarse. Una ira que poco a poco me va consumiendo por dentro hasta convertirse en mi verdadera esencia. Yo soy la ira. Yo soy el veneno. Yo soy aquello que temes en las oscuras noches de invierno. Yo soy todo lo que tú detestas. Ira. Siento una profunda ira por tantísimas razones, pero todas ellas tienen un único elemento en común. Y eso eres tú.
Sí, así es. Tú. Nuevamente tú. Parece ser que jamás podré librarme de ti. No. No quiero perdonarte. No. No quiero volver a verte. ¿Por qué demonios tienes que avivar las llamas de mi corazón? ¿Cómo osas tener el valor de volver a dirigirme la palabra? No. No quiero que me mires. No. No quiero que me toques. No quiero saber absolutamente nada de ti. Perdiste tu oportunidad. Perdiste tu momento de gloria cuando adentraste un pie al otro lado de las puertas del jardín del Edén. Te odio. Te detesto. Tú eres la razón por la que me convierto en veneno.
Yo soy la ira. Yo soy el odio. Yo soy aquella persona de fuego que piensa destruirte. En mí misma está la salvación, ahora lo sé. Toda esta rabia que he contenido durante tantísimo tiempo está al borde del límite... Y sin pensarlo demasiado, voy a dejar que toda esa cólera salga al exterior. Yo soy el caos. Yo soy la destrucción. Yo soy la ira que te va a llevar al extremo de las emociones. Te derribaré tarde o temprano, sí. No tienes escapatoria. No trates de huir. No trates de esconderte. Tu final acaba de dar comienzo. Morirás.
Ira, ese eterno sentimiento que me va poseyendo poco a poco. Ira, esa es la verdadera esencia de mi odio. Yo soy la ira personificada. Yo soy la que te enviste con todo su rencor hacia ti. Pues eres tú el único que despierta en mí todo sentimiento negativo. Pues eres tú la única y real causa de mi dolor. Parece ser que todavía no eres consciente de que tú y sólo tú has sido el creador de un verdadero monstruo con apariencia de ángel. Tú y sólo tú has sido el creador de una máquina vengativa que no piensa descansar hasta ver su objetivo cumplido. Así pues, he llegado a la conclusión de que eres la clave de todo. Eres la clave de mi existencia. Eres la clave de mi ser. Eres la clave y razón de mi ira.
Por todo mi ser recorre un oscuro sentimiento de odio. Por todo mi ser recorre un veneno capaz de arrasar conmigo misma. Por todo mi ser recorre una ira más fuerte que el roble y más rápido que el huracán. Una ira que jamás parece saciarse. Soy la ira personificada. Soy la ira destructora que acabará con cada rincón de este Elíseo.Te derribaré tarde o temprano. No tienes escapatoria. No trates de huir. No trates de esconderte. Tu final acaba de dar comienzo. Morirás. Ya no importan las dudas de por qué me haces sentir esta profunda agonía. Ya no importa los motivos por los que TÚ tenías que ser mi castigo. Tú. Tú. Tú y siempre tú. Te detesto. Mi ira acabará contigo, estoy segura. Aunque eso también signifique mi propia destrucción...
Sí, así es. Tú. Nuevamente tú. Parece ser que jamás podré librarme de ti. No. No quiero perdonarte. No. No quiero volver a verte. ¿Por qué demonios tienes que avivar las llamas de mi corazón? ¿Cómo osas tener el valor de volver a dirigirme la palabra? No. No quiero que me mires. No. No quiero que me toques. No quiero saber absolutamente nada de ti. Perdiste tu oportunidad. Perdiste tu momento de gloria cuando adentraste un pie al otro lado de las puertas del jardín del Edén. Te odio. Te detesto. Tú eres la razón por la que me convierto en veneno.
Yo soy la ira. Yo soy el odio. Yo soy aquella persona de fuego que piensa destruirte. En mí misma está la salvación, ahora lo sé. Toda esta rabia que he contenido durante tantísimo tiempo está al borde del límite... Y sin pensarlo demasiado, voy a dejar que toda esa cólera salga al exterior. Yo soy el caos. Yo soy la destrucción. Yo soy la ira que te va a llevar al extremo de las emociones. Te derribaré tarde o temprano, sí. No tienes escapatoria. No trates de huir. No trates de esconderte. Tu final acaba de dar comienzo. Morirás.
Ira, ese eterno sentimiento que me va poseyendo poco a poco. Ira, esa es la verdadera esencia de mi odio. Yo soy la ira personificada. Yo soy la que te enviste con todo su rencor hacia ti. Pues eres tú el único que despierta en mí todo sentimiento negativo. Pues eres tú la única y real causa de mi dolor. Parece ser que todavía no eres consciente de que tú y sólo tú has sido el creador de un verdadero monstruo con apariencia de ángel. Tú y sólo tú has sido el creador de una máquina vengativa que no piensa descansar hasta ver su objetivo cumplido. Así pues, he llegado a la conclusión de que eres la clave de todo. Eres la clave de mi existencia. Eres la clave de mi ser. Eres la clave y razón de mi ira.
Por todo mi ser recorre un oscuro sentimiento de odio. Por todo mi ser recorre un veneno capaz de arrasar conmigo misma. Por todo mi ser recorre una ira más fuerte que el roble y más rápido que el huracán. Una ira que jamás parece saciarse. Soy la ira personificada. Soy la ira destructora que acabará con cada rincón de este Elíseo.Te derribaré tarde o temprano. No tienes escapatoria. No trates de huir. No trates de esconderte. Tu final acaba de dar comienzo. Morirás. Ya no importan las dudas de por qué me haces sentir esta profunda agonía. Ya no importa los motivos por los que TÚ tenías que ser mi castigo. Tú. Tú. Tú y siempre tú. Te detesto. Mi ira acabará contigo, estoy segura. Aunque eso también signifique mi propia destrucción...
Me siento igual que tu en el texto, y eso me preocupa un poco
ResponderEliminarSaludos
Bienvenida la jardín del Edén, Kristalle. Aunque te preocupe sentirte igual que en mi delirio, me alegra en cierto modo, pues es así como puedo afirmar que mis propios sentimientos son capaces de expanderse dentro de nuevos individuos. Espero que al menos te haya gustado y que vuelvas a compartir con nosotros tus pensamientos. Un beso grande!
EliminarPandora, me siento en una dimension desconocida, no se a que te refieres con la ira, el odio, el rencor, la venganza, el tiempo es tan corto que siento llegare a mi fin, sin sentirlos, mi defecto a sido tal vez la sinceridad, esas palabras que brotan de mis entrañas pero ocasionan cobardia y miedo,son evitadas y prefieren transformarlas, porque hay otros sentimientos mas fuertes como la envidia que acecha en la oscuridad con otros sentimientos como el interes, que se aprovecha de mi hasta querer el control absoluto de mi persona, no me arrepiento de ser como soy, pero me da tristeza que algun dia me retire de este mundo por la persona que dice quererme, siento los pasos en la noche.
ResponderEliminarEL FANTASMA
Puede que sea cierto que en otra dimensión te encuentres, uno que va más allá y que te envuelve por completo en un mundo lleno de misterios y placeres prohibidos. Pero una cosa puedo asegurarte, aquí nada es lo que parece, incluido el tiempo. A lo mejor sientes que existe, pero no es así. O puede que sea al revés, pienses que todo está apunto de estallar, pero no es así. Te invito firmemente a continuar investigando y sacar tus propias conclusiones. ¿Serás capaz de descubrir la verdad detrás de las puertas del jardín del Edén o serás una presa más de aquella curiosidad que mató al gato? Las respuestas están únicamente en tus manos. Un fuerte abrazo, querido amigo.
Eliminarapenas di un paso en el jardín, a manos de su actual reinado, me dio mas que curiosidad, eres la persona que estaba buscando, ahora! no quiero ser su invitado, quiero ser la presa, vemos ¿quien gana el juego? y al que pierda caerá sobre él toda la ira, divertido a mi parecer, ah no pienso caer
ResponderEliminarPoco a poco, sin percibirlo, caes en el juego del Edén. Te adentras adentro, muy adentro de sus bosques y te sumerges por completo en un mundo nuevo y fantástico. Así pues, bienvenido seas a este pequeño escondite dentro de la caja. ¿Hasta dónde serías capaz de llegar por transformar esa esencia de invitado a presa? ¡Que dé comienzo el juego pues!
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